viernes, 30 de septiembre de 2011

Conciliación Real ¿Ya?


Llevamos unos días de mucha revolución, con la creación del grupo de Facebook Conciliación Real ¡Ya! por iniciativa de Ira, de Ma a ma, pell a pell, cor amb cor (podéis ver la entrada que sembró la semillita aquí).
Son días de mucho darle vueltas al asunto, de intentar buscar propuestas, recogiendo las diversas opiniones de madres y padres implicados con la crianza de sus hijos y unidos por la misma desazón: la dificultad de conciliar la vida laboral con la familiar.
Y es que ¿con quién van a estar mejor nuestros hijos que con nosotros mismos? Muchas veces me han hecho la misma pregunta: ¿y tu hija va a la guardería? y a pesar de que algunos intentarán cantarnos las excelencias del bien que les hace, porque necesitan socializarse, blablabla, incluso estos acaban diciendo que como en casa en ningún sitio. Ya, pero en casa de los abuelos, no en mi casa, nuestro hogar... Cierto es que yo puedo ser considerada muy afortunada, tengo un horario bastante bueno y paso todas las tardes con mi pequeña, pero no puedo evitar mirar con envidia a mis padres cuando llego al mediodía y me cuentan una nueva hazaña de mi bombón.
Siempre hay algo nuevo, algo que ha hecho por primera vez y no estaba yo para ser testigo del paso del tiempo, de como mi pequeña se va convirtiendo en una niña, de todas esas historietas que me cuentan henchidos de orgullo y que hacen que nos partamos de risa con sus ocurrencias.
Recuerdo perfectamente mi incorporación al trabajo una vez terminadas las 16 escasas semanas del permiso de maternidad. Me debatía entre dos frentes, por un lado el dejar a mi pequeña, de la que no me había separado en ese tiempo, y por el otro mi sentido de la responsabilidad, ya que no podía evitar sentir que estaba fallando a la empresa por ese tiempo de "vacaciones". Quería llegar y estar a tope, pero no podía evitar irme al baño y sentirme fatal, sentir que estaba traicionando a mi pequeña, que con quien tenía que estar era conmigo. Y era pensar en ella, o hablar de ella o lo que sea, y mis pechos se ponían duros como piedras y lloraban leche.
Cada vez que la iba a buscar a casa de mis padres, aunque acabara de comer, se enganchaba siempre al pecho, para recuperar el tiempo perdido, y pasamos las tardes bien pegadita la una a la otra.
Hasta que la niña cumplió un año, fue su padre quien la llevaba todos los días, ya que por horarios entraba una hora más tarde que yo y así no le pegábamos tanto madrugón. Yo lo agradecía, ya que cuando la llevaba yo la niña lloraba amargamente, y si la llevaba mi marido parecía llevarlo mejor. A partir del año, fui yo quien la iba a llevar (además de recogerla) y nos costó mucho a las dos adaptarnos, aún es el día de hoy (tiene 19 meses) que llora a veces cuando la dejo con los abuelos, y yo me voy a trabajar con un nudo en el estómago.
Una de las cosas que me costó mucho fue el mantener el ritmo de extracción de leche. En el trabajo no tenía opción de sacarme leche, así que me tocaba hacerlo por las mañanas y al mediodía, y a ratitos libres por la tarde. Me costó muchísimo estar así hasta que la niña cumplió 15 meses, necesitaba sacarme todos los días 300 ml y no siempre lo conseguía. La mayor parte de las mañanas sacaba muy poco, porque la niña había estado toda la noche enganchada al pecho, y al mediodía ya se encargaba ella de vaciarme de nuevo en cuanto me veía... Fue una locura, empecé a sacarme leche unas 6 semanas antes de incorporarme y si pudiera volver atrás en el tiempo, lo hubiera hecho desde el principio. Vivía angustiada pensando en el dichoso sacaleches, me fabriqué un sujetador manos libres casero, y me sacaba leche todos los días, a veces me parecía que no hacía otra cosa!
Y es que mi peque fue de las que sí aceptó el biberón de la leche de mamá y demandaba dos biberones de 150 ml, así que os podéis hacer a la idea de lo duro que fue...
En fin, creo que ha resultado una entrada de lo más caótica, ya que son tantos sentimientos acumulados que no puedo más que hacer un batiburrillo de ellos, me salen a trompicones, espero que me perdonéis.
No puedo más que enlazar con la página de Facebook que tiene Conciliación Real Ya desde ayer, para que todos se unan por esta causa.

miércoles, 28 de septiembre de 2011

1ª Encuesta sobre Información, Formación y Apoyo en Lactancia Materna


En esta ocasión me gustaría darle difusión a un gran proyecto llevado a cabo desde Lactando Amando, que es una macro encuesta sobre información, formación y apoyo en Lactancia Materna. Esta encuesta nace de la necesidad de hacer un estudio serio y riguroso sobre las condiciones de la lactancia en sus inicios y el apoyo recibido por parte de los profesionales de la salud.
Os animo a todos a tomar parte en el estudio, rellenar la encuesta no toma más de cinco minutos y es por el bien de todos. Tenéis el enlace aquí del post explicativo, y si preferís ir directamente a la encuesta pinchad aquí.
Se ruega la máxima difusión!

Esta rosa lleva mi nombre

Hoy miércoles 28 es el día señalado para que las mujeres que hemos sufrido algún tipo de violencia obstétrica nos hagamos oír. Así que esta rosa va por mí y por todas las que, por desgracia, hemos padecido algún tipo de comportamiento, maniobra o "protocolo" que no era el adecuado.

En mi caso:

- por el comentario de aquella enfermera que a las 08:00 auguró que yo no pariría hasta por la noche, y que me hizo desmoronarme y pedir la epidural (gracias por tu información, me dijiste que no sería capaz de aguantar el dolor y si bien en ese momento era cierto, sí lo hubiera aguantado si me hubierais hecho un tacto antes de ponérmela, ¡estaba en completa y mi hija nació justo después de ponérmela!)
- por el kristeller no consentido, al que me opuse como pude teniendo en cuenta las circunstancias, y por hacer oídos sordos a mis gritos de que pararan con la maniobra
- por hacer uso de la ventosa cuando llevaba sólo 25 minutos de expulsivo, otra vez sin pedir consentimiento y sin ningún tipo de motivo médico que lo aconsejara
- por esa episiotomía, de la que no me enteré hasta que os vi coger la cuchilla y depilarme, y por vuestra negativa a decirme cuántos puntos me habíais puesto; esa episiotomía, que a día de hoy sigo maldiciendo
- por unas aguas presuntamente sucias que luego resultaron ser limpias, pero que me hicieron comerme el kit completo de oxitocina

A pesar de todo, gracias, gracias porque gracias a la experiencia, sé perfectamente cómo quiero parir en lo sucesivo, o mejor dicho, sé cómo no quiero parir.

Por un embarazo y un parto respetados.

Enlaces:
Grupo de Facebook
Asociación El Parto Es Nuestro
Recomendaciones de la SEGO sobre la asistencia al parto normal (más les valiera dejarse de viñetas y atender a sus propias publicaciones)

viernes, 23 de septiembre de 2011

El enfoque de la TV en el programa Un bebé por minuto


Ya van varias veces que veía en la parrilla de la televisión un programa con un nombre apetecible, Un bebé por minuto, pero siempre lo echaban a las 23:00 de la noche y a mí se me hacía imposible verlo, así que el otro día aproveché que lo repetían en Nova y lo vimos mientras cenábamos. Se me hizo totalmente bochornoso, y no podía dejar de dedicarle una entrada para desahogarme.
Luego, investigando en la página web de Antena 3 veo que el que he visto yo en concreto era el primer capítulo de una nueva temporada, situada en el hospital metodista de Riverside en Columbus Ohio de USA.
Os dejo el enlace del vídeo, ya que no puedo colgarlo directamente. Aunque es de tan mal gusto que no os recomiendo su visionado, que conste.

Empieza presentándonos a tres mujeres a punto de dar a luz.

1) Una de ellas es una madre universitaria de veintitantos años, aterrorizada ante la idea que su parto (de su segundo hijo) termine en cesárea, ya que espera a un bebé de más de 4,500 kgs. Su primer parto fue muy duro, y su primer hijo nació con una fractura en la clavícula.
2) La segunda es una mujer de más de 40 años y también se trata de su segundo hijo, con una diferencia de muy poco tiempo con su primer hijo, conseguido después de muchísimos años de búsqueda.
3) Y el tercero es una pareja a la que tildan de "alternativos", que vienen acompañados de su doula y buscan un parto natural. Éste es el motivo de que finalmente consiguieran que me enganchara al capítulo, aunque como veréis después lo dejé a medias porque se me removía todo.

El modo en que tratan a las embarazadas me pareció aberrante y muy humillante. A la primera de ellas, que padece obesidad, le dicen que claro, que como no va a tener hijos grandes si tanto ella como él son obesos. Y se ríen de su miedo a la cesárea, comentándole que total, terminará con una raja en la barriga. Todos los comentarios son jocosos, habida cuenta de que además ella no quiere epidural porque en su anterior parto dice que fue la anestesia la que lo complicó todo, ya que hasta ese punto todo iba de maravilla (Dios sabe que la entiendo plenamente, vaya si la entiendo).

A la segunda, aunque todo parece ir fenomenal, enseguida empiezan a intervenirle el parto por todas partes. Lo primero es acelerar ese parto, porque total, para qué vamos a esperar si podemos hacer que suceda ya? Así que venga, a meterle oxitocina y a romperle la bolsa de aguas así porque sí... Ella al principio no quiere epidural, pero ¡oh! sorpresa, no paran de presionarle para la epidural y cuando por fin consiguen que la acepte... le dicen que se espere un poco más, que termine de dilatar y enseguida vendrá el anestesista. ¿Cómo? ¡le ponen la epidural para cuando está casi en completa! fijaros que utilizan la expresión aro de fuego para describir su situación cuando le van a poner la epidural y os daréis cuenta de la locura!! Vamos, dos empujones, el niño fuera y para eso se podían haber ahorrado la epidural, pero claro, así se aseguran cobrarla bien cara.

En el tercer caso, desde el principio los tratan como a unos chiflados. Además, cometen el enorme pecado de ser primerizos y se han pasado todo el embarazo aprendiendo, documentándose y preparándose para tener un parto sin intervencionismo. ¡Y el padre, que está de acuerdo con la idea de su mujer, imaginaros como lo ponen! Total, que una vez de que tenemos completamente claro que están en contra de este concepto, imaginaros que no iban a escoger un parto fácil, sino que pasan horas y horas (y ellos lo retratan mirando continuamente el reloj, hablando de parto estacionado, miraditas y risas de todo el personal...) La pareja, chapeau por ella, la doula también intenta que no se desvincule de su planeta parto, y yo intento permanecer en la pantalla deseando que finalmente les dé en las narices a todos y tenga su parto vaginal natural, pero no puedo decíroslo porque mi hija reclamó que nos fuéramos ya a cama y eso es sagrado. Eso y que me hervía la sangre, tuve que apagar la televisión.

¿Lo peor? Con todo, las enfermeras, no soportaba estar todo el santo programa viendo como se reían en la recepción, cómodamente sentadas, mientras oían jadeos de dilatación; y como ponían los ojos en blanco cuando les tocaba levantar el culo de la silla. Completamente deplorable, y los comentarios en off en la misma línea, del tipo "lo que Tasha no sabe es que su temor se cumplirá y acabará en cesárea" o "pasan las horas y el parto de la pareja naturalista no avanza, y eso que ella se niega a tomarse nada para calmar el dolor".

En resumen? Vomitivo.

Edito para pedir disculpas porque el enlace que he puesto no es del capítulo sino solamente un anuncio; el vídeo aún no ha sido colgado por Antena 3

jueves, 22 de septiembre de 2011

El bochorno de la SEGO

La SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia) lleva desde diciembre de 2008 publicando en su gaceta electrónica una sección, llevada por el ginecólogo Javier Server Gosalvez, titulada Un toque de humor, en la que cada mes publica una viñeta, supuestamente humorística. Quizá si acudís al link de la gaceta en que muestra la primera de sus creaciones, resulte bastante inofensiva.


Sin embargo, esta primera viñeta inocente se va transformando con el devenir de las publicaciones, en algo mucho más hiriente, hasta el punto de llegar a ser insultantes, más si tenemos en cuenta que se trata de una publicación científica que se entiende rigurosa (ya que a primera vista parecería más bien una tira cómica de El Jueves).
En las viñetas, el dibujante se burla claramente de las mujeres que optan por escuchar a sus cuerpos y tener partos natural, banalizan las cesáreas, y el que parece ser el tema estrella, caricaturiza a las mujeres tildándolas de ignorantes, denigrándolas.
Me parecen especialmente crueles aquellas en que se ríe de las mujeres que padecen un prolapso uterino o incontinencia urinaria. Para muestra un botón:

Desde El Parto Es Nuestro, siempre defendiendo los derechos y la dignidad de las mujeres, nos animan a hacernos eco de su nota de prensa. Ayudemos a darles voz a todas las mujeres, basta ya!

En Facebook hay un grupo que está coordinando todas las protestas y donde se ofrece toda la información actualizada, pueden acceder directamente a él haciendo click aquí.