"Solicitamos apoyo por e-mail
El motivo de esta nota es informaros de lo que esta ocurriendo en el Hospital de Denia con las nuevas gestiones privadas. Como sabeis, los jefes de
servicio que pasaron desde la Consellería, para seguir siendo jefes en
la nueva gestión, tuvieron que solicitar una excedencia especial de
tres años y pasar a régimen laboral. La Consellería les prometió que
pasados esos tres años, si la cosa no cuajaba, o por otros motivos,
podrían volver a su plaza.
Ha pasado el tiempo y los tres años se cumplen el próximo viernes. En
el caso de nuestro jefe, José María Paricio, al que todos conoceis, la
empresa le ha comunicado que no cuentan con él para el futuro,
invitándole a marcharse después de tantos años de buen hacer. La
sorpresa es que la plaza que ganó por oposicion y que refrendó en dos
ocasiones más, también por examen, misteriosamente ha desaparecido,
quedándose con el culo al aire.
Para nosotros, José María es, además de un referente profesional en
pediatría en general y en lactancia materna en particular, un
excelente gestor y líder humano, que ha conseguido que cada uno de
nosotros estemos ahora mismo en el mejor grupo humano que hayamos
conocido nunca.
Por ello solicitamos vuestra ayuda. Hemos plantado cara a la Direccion
solicitando la “marcha atrás” en esta decision. Hemos tomado una serie
de iniciativas tanto internas como a nivel social para justificar
nuestra actitud.
Os pedimos, libremente, y según el compromiso de cada cual con el Dr.
Paricio, que expreseis vía mail, a esta misma dirección, unas palabras
de apoyo y de ánimo para José María, al tiempo que sería un error que
en el área de Dénia se prescindiese de un profesional excelente que, a
día de hoy, sigue disfrutando con su actividad (al pie del cañon
haciendo guardias, incluso de transporte neonatal, siempre abierto a
colaborar en cursos-charlas de lactancia, etc). Ese correo, si no
expresais lo contrario, servirá para hacer un dosier “copia – pega”
que presentaremos a Dirección de nuestro hospital.
Todos le conoceis.
Os necesitamos más que nunca. Hemos iniciado un camino que quizá no
tenga retorno, pero al fin y al cabo, no sólo intentamos defender
nuestro puesto de trabajo sino también la salud pediátrica de la
comarca.
Muchas gracias de antemano por vuestra colaboración.
Agradecemos los correos que nos estais enviando.
EMAIL AL QUE ENVIAR LOS CORREOS: pediatriadenia@gmail.com"
Como es lógico, todas las personas que admiramos su labor y que sobre todo le agradecemos hasta el infinito la importancia y valía de sus estudios sobre la influencia de los medicamentos, nos hemos quedado de piedra y hemos pensado que no nos podemos quedar impunes ante este hecho.
Gracias a él, miles de lactancias se han salvado, ante los consejos muchas veces dados erróneamente por médicos que indicaban la suspensión de la lactancia ante un determinado tratamiento, que luego resultaba ser totalmente inocuo para la misma.
Mireia Muñoz enseguida se ha puesto manos a la obra y ha redactado la siguiente recogida de firmas a través de la plataforma Actuable:
http://actuable.es/peticiones/en-apoyo-al-dr-jose-maria-paricio-hospital-denia
Os rogamos que nos ayudéis a intentar que se reconsidere esta decisión y a mostrarles nuestro apoyo a todo su equipo. Pueden contar con nosotros para todas las acciones que prevean necesarias, esto no puede acabar así!
Mostrando entradas con la etiqueta lactancia. Mostrar todas las entradas
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viernes, 27 de enero de 2012
Ayudemos al Dr Paricio, alma de E lactancia
Ayer nos llegaba la siguiente información procedente del equipo del Dr Paricio:
sábado, 31 de diciembre de 2011
Por qué elijo la crianza con apego
Hoy ha caído en mis manos este texto, y me ha parecido tan sumamente interesante que quería poner mi granito de arena
para darle la mayor difusión posible.
Por qué elijo la crianza con apego
Cada vez más madres deciden escuchar su instinto y seguir los dictados de su corazón a la hora de criar a sus hijos. No es poco habitual que estas madres reciban reproches en su entorno familiar y social alegando que su estilo de criar es una moda, no es racional, así van a malcriar a sus hijos, etc.
Nada más lejos de la realidad. Lejos de estar basado únicamente en el instinto (o en consejos infundados e incluso en intereses comerciales como otros estilos de crianza), la crianza con apego tiene una base científica amplia y sólida.
La crianza con apego (attachment parenting, termino acuñado por el pediatra William Sears) está basada en lo que somos: mamíferos. Puedes pedirle a un adulto que entienda ciertas cosas modernas. A un bebé no. Un bebé es instinto (una lectura recomendada para entender sobre el instinto y las necesidades como mamíferos de los bebés es “El Concepto del Continuum”, de la psicóloga Jean Liedloff), y necesita que atiendan su llanto o todos los años de evolución del ser humano en los que somos una manchita en el tiempo le dirán a gritos que va a morir de frío, hambre o a manos de un depredador. Necesita el pecho de su madre. Necesita mantener coherencia y seguridad con su figura de apego para desarrollarse psicológicamente sano (attachment theory, J. Bowlby).
El cerebro de los bebés no está completamente formado hasta más o menos los 3 años de edad (Si buscais una explicación clara y completa de este proceso podeis encontrarla en “La crianza feliz” de la psicóloga Rosa Jové). Nacen con el llamado cerebro primitivo, basado en instinto, y aun no se ha formado su cerebro superior, no se ha completado el proceso de mielinización neuronal (sobre los 2 años).
Esto viene de la mano de la Teoría de la Mente (Premack y Woodruf, Baron-Cohen y Leslie), que básicamente habla sobre la capacidad de un individuo para entender lo que ocurre en la mente de otra persona, para poder ponerse en su lugar, por lo tanto para poder engañar, sentir empatía, etc. Esta facultad se adquiere entre los 3 ó 4 años de edad, coincidiendo con la formación del cerebro superior.
Por lo tanto es físicamente imposible que un niño menor de esa edad nos intente engañar, nos intente manipular, entienda que tal o cual cosa no se hace (tampoco puede haber Metacognición a esa edad, no pueden saber por qué hacen lo que hacen ni las consecuencias de hacerlo), etc. Por lo tanto todo aquel que dice que atendiendo el llanto de un bebé le vamos a malacostumbrar, o que un niño nos está manipulando, se está equivocando, más allá de creencias o estilos de crianza.
Además en esta misma fase anterior a los 3-4 años el cerebro emocional del niño está formándose y se están creando las primeras conexiones neuronales que programarán el resto de su vida. Es necesario para un desarrollo sano que estas conexiones no estén basadas en el miedo, la indefensión, el estrés, etc.
No atendiendo el llanto o las necesidades (no solo alimenticias y de seguridad, sino afectivas) de un bebé, conseguimos que aparezca la Indefensión Aprendida (Seligman). En el experimento realizado por el psicólogo Martin E.P. Seligman, un perro recibía descargas eléctricas hiciera lo que hiciera, pulsara o no una palanca. Finalmente el pobre animal abandonaba toda voluntad, toda reacción, ya que iba a recibir una descarga de igual modo. Se convertía en un pelele. Y eso es lo que le ocurre a un bebé que no es atendido, a un niño que es ignorado.
El llanto es adaptativo. El niño que más lloraba cuando estaba solo o necesitaba algo era el niño que sobrevivía en los tiempos de nuestros ancestros. Si no hay respuesta por parte del adulto, se produce la indefensión aprendida. El niño no deja de llorar porque haya aprendido, porque sea “bueno”. El niño siente que va a morir. Siente un miedo atroz (y no sabe por qué, es un bebé) y su cerebro comienza a generar cortisol, una hormona generada por la glándula suprarrenal que se libera como respuesta al miedo y al estrés, y que puede provocar en grandes cantidades incluso lesiones cerebrales (aparte de daños psicológicos. Para conocer más sobre las consecuencias de dejar llorar a los niños, consultar “Dormir sin lágrimas”, de la psicóloga Rosa Jové). Es más, se ha demostrado con estudios sobre el nivel de cortisol mediante muestras de saliva que siguen generándola aunque hayan dejado de llorar. Colechar o dormir con los bebés (tal y como recomienda la Asociación Española de Pediatría) es lo que hacen los mamíferos, lo que entiende su organismo y lo sano psicológicamente para ellos.
Los niños deben recibir leche materna hasta que ellos quieran. Están ampliamente demostrados los beneficios de la leche materna. La OMS aconseja dar leche materna hasta los 6 meses de manera exclusiva y hasta los 2 años como mínimo junto con la alimentación complementaria. Además, una vez llegado el punto de comer otros alimentos, comen lo que necesitan sin necesidad de obligarles a comer (ver “mi niño no me come”, del pediatra Carlos Gonzalez) o engañarles para que lo hagan (la consecuencia de eso es aborrecimiento a la comida por asociación).
Portear es lo mejor para un bebé. Somos primates. Nuestro instinto y nuestro cuerpo no están preparados para carritos último modelo. No se sienten seguros fuera de los brazos de su madre. La psicóloga Jean Liedloff ya nos hablaba en su magnífica obra “El Concepto del Continuum” sobre la necesidad para el ser humano de continuar de un modo respetuoso y evolutivo con la crianza de los bebés.
Los niños son personas, y por lo tanto se les debe tratar como tal. Su crianza se debe adaptar a las etapas evolutivas del niño (recomiendo los libros “Amar sin miedo a malcriar”, de Yolanda Gonzalez Vara y “Ni rabietas ni conflictos”, de Rosa Jové). Antes de los 3 ó 4 años, por todo lo antes comentado, no puede comprender ciertas cosas, su cerebro no está preparado aun para ello. Por lo tanto evitamos las “rabietas” y las situaciones incómodas mediante el juego y la distracción. El niño no comprende que algo no se hace porque lo dice el adulto y punto. Se deben evitar situaciones conflictivas dejando fuera de su alcance cosas que no debe coger o no queremos que rompa, y si cogiera algo se le puede distraer con otra cosa que le interese o jugando con el niño. Es imposible que esté manipulándonos. No mide fuerzas. Y no comprende la imposición.
En esa etapa los niños aprenden absolutamente todo mediante el juego. Aprenden incluso el lenguaje (Piaget) como parte de ello. Pasan por el juego simbólico y van escenificando vivencias. Y con la misma herramienta, el juego, se les acompaña en su crecimiento, porque es la única herramienta adecuada para esta etapa evolutiva.
Esta etapa también es llamada etapa egocéntrica, por lo mismo comentado antes no pueden ponerse en el lugar de otras personas, y lo normal es que cojan todo, empiecen con el “mío”, expresen rabia a veces. Forma parte de su proceso evolutivo. No van a comprender el decirles que deben compartir, el regañarles por coger algo que no deben. En esta etapa no lo comprenden, el mundo gira en torno a ellos. Y deben pasar por esta fase para un desarrollo normal y sano.
Pasada esta fase, los niños comienzan a comprender más cosas. Esto no quiere decir que se les deba ningunear ni tratar como seres inferiores. Se comienza a hablar de otro modo con los niños, y desde luego se les habla como a personas, nunca negando sus sentimientos (por ejemplo si le duele algo, no debo negar lo que siente con el habitual “no es nada”, ya que el niño verá que lo que siente no es importante. En esta etapa hay que verbalizar los sentimientos, sin cuestionar, sin suponer, sin menospreciar) y acompañando su desarrollo psicológico del modo adecuado a su edad . Pueden expresar su enfado rompiendo algo, o gritar sin ningún sentido aparente, porque es su manera de decir alguna otra cosa, como que se sienten solos si mamá va a trabajar. Nuestro trabajo como madres es desentrañar esos motivos y emociones para darle el soporte adecuado y que aprenda que es un ser humano valioso y digno de respeto, por ejemplo diciendole que sabemos que está enfadado porque mamá va a trabajar y no se queda con el, pero que le queremos mucho y nos gustaría poder quedarnos en casa a jugar. Tampoco es bueno despreciar lo que hace, ni ensalzarlo por sistema para que no valore lo que ha conseguido por si mismo (lo mejor es describir, si por ejemplo hace un dibujo al niño le aportará mucho más que digamos lo que vemos, el color, las formas, o simplemente que lo ha dibujado el solo, a que por sistema tiremos del que bonito). Buscamos que los niños sean más adelante adultos independientes (y con capacidad de levantarse si se caen, resiliencia), capaces de tomar decisiones y de autogenerar soluciones, que se valoren a sí mismos y que se respeten a sí mismos y a los demás. Personas, no una sombra de lo que hubiesen podido ser. Para más información acerca de este punto consultar los trabajos del psicólogo Haim G. Ginnot o Adele Faber y Elaine Mazlish.
Todas las emociones son sanas (aconsejo la lectura para este y otros muchos puntos de “Amar sin miedo a malcriar”, de Yolanda Gonzalez Vara). Todas tienen su función. Un sentimiento o emoción reprimida es la base para un gran problema futuro. La función de las emociones es dar salida a lo que sentimos. No hay emociones buenas y emociones malas, pero la gente tiende a reprimir la rabia o el miedo. Si un niño necesita descargar su rabia podemos darle un medio para hacerlo, como expresarla por escrito, o pegando a algo inanimado como un cojín. Pero nunca enseñaremos a un niño a reprimir sus emociones diciéndole que está mal enfadarse o llorar.
Los límites. Ese concepto tan mal entendido por casi todos los adultos. Poner límites no es decir que esto se hace porque lo digo yo. Un niño no va a entender esto. Ni lo va a entender ni es digno para él tratarle de ese modo. Se les puede acompañar mediante el juego y en la etapa siguiente mediante el dialogo y el trabajo exhaustivo para desentrañar sus sentimientos que tenemos la obligación de llevar a cabo como padres.
Los límites mal entendidos como “es que si no se nos suben a la chepa” (ya se ha comentado antes la imposibilidad de esto) llevan a marcar límites como quien marca territorio. Llevan a un absurdo en el que lo único que pretende el adulto es estar por encima del niño sin tener en cuenta para nada su educación. Llevan a considerar a tu hijo como tu enemigo y a una medición constante de fuerzas. Llevan a un resultado de niños que no comprenden nada porque no pretenden subirse a la chepa de nadie, que se ven solos en lo que si necesitan, que es la guía coherente de sus padres, y que aprenden a no comunicarse y a sentirse mal. Por otro lado, lo habitual y más cómodo es marcar límites para comodidad de los padres pasando por encima del desarrollo de sus hijos.
Hay límites necesarios, como los que conciernen a la seguridad o a la salubridad de los niños. No podemos dejar por ejemplo que corran por la carretera porque ellos así lo desean, para esto estamos nosotros allí, no para imponer que no se hace, sino para dependiendo de su etapa evolutiva jugar con ellos a ayudar a mamá a cruzar la carretera de la mano, o si ya son mayores explicarles por qué no es seguro y deben ir con nosotros. Pero también hay límites innecesarios que van en la línea del “aquí mando yo” que comentábamos. Teniendo en cuenta que es imposible que estén midiendo fuerzas y manipulando…¿pasa algo malo si quieren ponerse un pantalón distinto al que nosotros planeábamos, si no quieren dar un besito a un pariente o conocido, si quieren jugar en vez de hacer otra cosa? Esos límites son exclusivamente sociales, son innecesarios, y pasan por encima de las necesidades de los niños. Los niños efectivamente necesitan nuestra guía, nuestro acompañamiento, pero eso se entiende mal y se tergiversa haciendo ver que necesitan saber “quien manda” desde el principio. La autoridad se consigue desde el respeto y la admiración, no desde el miedo y la imposición. Eso sirve para adultos también, cuanto más para niños que no disponen de las herramientas para comprender ciertas cosas.
Volviendo al tema de los besos. Si un niño no quiere dar o recibir un beso, no lo hará. Debe tomar decisiones sobre su propio cuerpo, no aprender que debe ceder ante los adultos para así hacerle presa fácil de personas malintencionadas que pueden aparecer en su futuro. Si es no, es no. Deben aprender a respetarse a si mismos, a reaccionar.
--> El gran pilar de este modo de criar es la Teoría del Apego (J. Bowlby , M. Ainsworth, H. Harlow…). En la Wikipedia:
La necesidad de bebé de estar próximo a su madre, de ser acunado en brazos, protegido y cuidado ha sido estudiada científicamente.
La experiencia de su trabajo en instituciones con niños privados de la figura materna condujo al psicólogo John Bowlby a formular la teoría del apego.
El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus cuidadores o figuras de apego (Caregivers) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. La tesis fundamental de la Teoría del Apego es que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto (persona con que se establece el vínculo).
El apego proporciona la seguridad emocional del niño: ser aceptado y protegido incondicionalmente.
El apego tiene una serie de características comportamentales:
Los niños con apego inseguro desarrollan personalidades ansiosas, rehúyen el contacto físico y las demostraciones emocionales, presentan excesiva dependencia, etc. Los niños con apego seguro, ante la coherencia de la situación y la disponibilidad de su figura de apego que les proporciona seguridad, van abriendo el círculo exploratorio con la edad, para convertirse en niños independientes, seguros y sanos psicológicamente. En niños y adultos, porque todos esos niños con apego inseguro desarrollarán su personalidad adulta en base a todo esto.
Los niños son dependientes, esa independencia ficticia por la que se aboga no es tal. Nacemos dependientes. Y somos los padres los que debemos proporcionar ese apego seguro para la independencia real. No imponer una falsa independencia que dañe a nuestros hijos para toda su vida.
No caigamos en los consejos infundados ni en la presión social. Contrastemos siempre cada paso que demos en el modo de criar a nuestros hijos. Y si además nuestro instinto lo respalda, sigamos adelante. La naturaleza es sabia. Los consejos no pedidos no lo son.
Referencias y bibliografía:
Por qué elijo la crianza con apego
Cada vez más madres deciden escuchar su instinto y seguir los dictados de su corazón a la hora de criar a sus hijos. No es poco habitual que estas madres reciban reproches en su entorno familiar y social alegando que su estilo de criar es una moda, no es racional, así van a malcriar a sus hijos, etc.
Nada más lejos de la realidad. Lejos de estar basado únicamente en el instinto (o en consejos infundados e incluso en intereses comerciales como otros estilos de crianza), la crianza con apego tiene una base científica amplia y sólida.
La crianza con apego (attachment parenting, termino acuñado por el pediatra William Sears) está basada en lo que somos: mamíferos. Puedes pedirle a un adulto que entienda ciertas cosas modernas. A un bebé no. Un bebé es instinto (una lectura recomendada para entender sobre el instinto y las necesidades como mamíferos de los bebés es “El Concepto del Continuum”, de la psicóloga Jean Liedloff), y necesita que atiendan su llanto o todos los años de evolución del ser humano en los que somos una manchita en el tiempo le dirán a gritos que va a morir de frío, hambre o a manos de un depredador. Necesita el pecho de su madre. Necesita mantener coherencia y seguridad con su figura de apego para desarrollarse psicológicamente sano (attachment theory, J. Bowlby).
El cerebro de los bebés no está completamente formado hasta más o menos los 3 años de edad (Si buscais una explicación clara y completa de este proceso podeis encontrarla en “La crianza feliz” de la psicóloga Rosa Jové). Nacen con el llamado cerebro primitivo, basado en instinto, y aun no se ha formado su cerebro superior, no se ha completado el proceso de mielinización neuronal (sobre los 2 años).
Esto viene de la mano de la Teoría de la Mente (Premack y Woodruf, Baron-Cohen y Leslie), que básicamente habla sobre la capacidad de un individuo para entender lo que ocurre en la mente de otra persona, para poder ponerse en su lugar, por lo tanto para poder engañar, sentir empatía, etc. Esta facultad se adquiere entre los 3 ó 4 años de edad, coincidiendo con la formación del cerebro superior.
Por lo tanto es físicamente imposible que un niño menor de esa edad nos intente engañar, nos intente manipular, entienda que tal o cual cosa no se hace (tampoco puede haber Metacognición a esa edad, no pueden saber por qué hacen lo que hacen ni las consecuencias de hacerlo), etc. Por lo tanto todo aquel que dice que atendiendo el llanto de un bebé le vamos a malacostumbrar, o que un niño nos está manipulando, se está equivocando, más allá de creencias o estilos de crianza.
Además en esta misma fase anterior a los 3-4 años el cerebro emocional del niño está formándose y se están creando las primeras conexiones neuronales que programarán el resto de su vida. Es necesario para un desarrollo sano que estas conexiones no estén basadas en el miedo, la indefensión, el estrés, etc.
No atendiendo el llanto o las necesidades (no solo alimenticias y de seguridad, sino afectivas) de un bebé, conseguimos que aparezca la Indefensión Aprendida (Seligman). En el experimento realizado por el psicólogo Martin E.P. Seligman, un perro recibía descargas eléctricas hiciera lo que hiciera, pulsara o no una palanca. Finalmente el pobre animal abandonaba toda voluntad, toda reacción, ya que iba a recibir una descarga de igual modo. Se convertía en un pelele. Y eso es lo que le ocurre a un bebé que no es atendido, a un niño que es ignorado.
El llanto es adaptativo. El niño que más lloraba cuando estaba solo o necesitaba algo era el niño que sobrevivía en los tiempos de nuestros ancestros. Si no hay respuesta por parte del adulto, se produce la indefensión aprendida. El niño no deja de llorar porque haya aprendido, porque sea “bueno”. El niño siente que va a morir. Siente un miedo atroz (y no sabe por qué, es un bebé) y su cerebro comienza a generar cortisol, una hormona generada por la glándula suprarrenal que se libera como respuesta al miedo y al estrés, y que puede provocar en grandes cantidades incluso lesiones cerebrales (aparte de daños psicológicos. Para conocer más sobre las consecuencias de dejar llorar a los niños, consultar “Dormir sin lágrimas”, de la psicóloga Rosa Jové). Es más, se ha demostrado con estudios sobre el nivel de cortisol mediante muestras de saliva que siguen generándola aunque hayan dejado de llorar. Colechar o dormir con los bebés (tal y como recomienda la Asociación Española de Pediatría) es lo que hacen los mamíferos, lo que entiende su organismo y lo sano psicológicamente para ellos.
Los niños deben recibir leche materna hasta que ellos quieran. Están ampliamente demostrados los beneficios de la leche materna. La OMS aconseja dar leche materna hasta los 6 meses de manera exclusiva y hasta los 2 años como mínimo junto con la alimentación complementaria. Además, una vez llegado el punto de comer otros alimentos, comen lo que necesitan sin necesidad de obligarles a comer (ver “mi niño no me come”, del pediatra Carlos Gonzalez) o engañarles para que lo hagan (la consecuencia de eso es aborrecimiento a la comida por asociación).
Portear es lo mejor para un bebé. Somos primates. Nuestro instinto y nuestro cuerpo no están preparados para carritos último modelo. No se sienten seguros fuera de los brazos de su madre. La psicóloga Jean Liedloff ya nos hablaba en su magnífica obra “El Concepto del Continuum” sobre la necesidad para el ser humano de continuar de un modo respetuoso y evolutivo con la crianza de los bebés.
Los niños son personas, y por lo tanto se les debe tratar como tal. Su crianza se debe adaptar a las etapas evolutivas del niño (recomiendo los libros “Amar sin miedo a malcriar”, de Yolanda Gonzalez Vara y “Ni rabietas ni conflictos”, de Rosa Jové). Antes de los 3 ó 4 años, por todo lo antes comentado, no puede comprender ciertas cosas, su cerebro no está preparado aun para ello. Por lo tanto evitamos las “rabietas” y las situaciones incómodas mediante el juego y la distracción. El niño no comprende que algo no se hace porque lo dice el adulto y punto. Se deben evitar situaciones conflictivas dejando fuera de su alcance cosas que no debe coger o no queremos que rompa, y si cogiera algo se le puede distraer con otra cosa que le interese o jugando con el niño. Es imposible que esté manipulándonos. No mide fuerzas. Y no comprende la imposición.
En esa etapa los niños aprenden absolutamente todo mediante el juego. Aprenden incluso el lenguaje (Piaget) como parte de ello. Pasan por el juego simbólico y van escenificando vivencias. Y con la misma herramienta, el juego, se les acompaña en su crecimiento, porque es la única herramienta adecuada para esta etapa evolutiva.
Esta etapa también es llamada etapa egocéntrica, por lo mismo comentado antes no pueden ponerse en el lugar de otras personas, y lo normal es que cojan todo, empiecen con el “mío”, expresen rabia a veces. Forma parte de su proceso evolutivo. No van a comprender el decirles que deben compartir, el regañarles por coger algo que no deben. En esta etapa no lo comprenden, el mundo gira en torno a ellos. Y deben pasar por esta fase para un desarrollo normal y sano.
Pasada esta fase, los niños comienzan a comprender más cosas. Esto no quiere decir que se les deba ningunear ni tratar como seres inferiores. Se comienza a hablar de otro modo con los niños, y desde luego se les habla como a personas, nunca negando sus sentimientos (por ejemplo si le duele algo, no debo negar lo que siente con el habitual “no es nada”, ya que el niño verá que lo que siente no es importante. En esta etapa hay que verbalizar los sentimientos, sin cuestionar, sin suponer, sin menospreciar) y acompañando su desarrollo psicológico del modo adecuado a su edad . Pueden expresar su enfado rompiendo algo, o gritar sin ningún sentido aparente, porque es su manera de decir alguna otra cosa, como que se sienten solos si mamá va a trabajar. Nuestro trabajo como madres es desentrañar esos motivos y emociones para darle el soporte adecuado y que aprenda que es un ser humano valioso y digno de respeto, por ejemplo diciendole que sabemos que está enfadado porque mamá va a trabajar y no se queda con el, pero que le queremos mucho y nos gustaría poder quedarnos en casa a jugar. Tampoco es bueno despreciar lo que hace, ni ensalzarlo por sistema para que no valore lo que ha conseguido por si mismo (lo mejor es describir, si por ejemplo hace un dibujo al niño le aportará mucho más que digamos lo que vemos, el color, las formas, o simplemente que lo ha dibujado el solo, a que por sistema tiremos del que bonito). Buscamos que los niños sean más adelante adultos independientes (y con capacidad de levantarse si se caen, resiliencia), capaces de tomar decisiones y de autogenerar soluciones, que se valoren a sí mismos y que se respeten a sí mismos y a los demás. Personas, no una sombra de lo que hubiesen podido ser. Para más información acerca de este punto consultar los trabajos del psicólogo Haim G. Ginnot o Adele Faber y Elaine Mazlish.
Todas las emociones son sanas (aconsejo la lectura para este y otros muchos puntos de “Amar sin miedo a malcriar”, de Yolanda Gonzalez Vara). Todas tienen su función. Un sentimiento o emoción reprimida es la base para un gran problema futuro. La función de las emociones es dar salida a lo que sentimos. No hay emociones buenas y emociones malas, pero la gente tiende a reprimir la rabia o el miedo. Si un niño necesita descargar su rabia podemos darle un medio para hacerlo, como expresarla por escrito, o pegando a algo inanimado como un cojín. Pero nunca enseñaremos a un niño a reprimir sus emociones diciéndole que está mal enfadarse o llorar.
Los límites. Ese concepto tan mal entendido por casi todos los adultos. Poner límites no es decir que esto se hace porque lo digo yo. Un niño no va a entender esto. Ni lo va a entender ni es digno para él tratarle de ese modo. Se les puede acompañar mediante el juego y en la etapa siguiente mediante el dialogo y el trabajo exhaustivo para desentrañar sus sentimientos que tenemos la obligación de llevar a cabo como padres.
Los límites mal entendidos como “es que si no se nos suben a la chepa” (ya se ha comentado antes la imposibilidad de esto) llevan a marcar límites como quien marca territorio. Llevan a un absurdo en el que lo único que pretende el adulto es estar por encima del niño sin tener en cuenta para nada su educación. Llevan a considerar a tu hijo como tu enemigo y a una medición constante de fuerzas. Llevan a un resultado de niños que no comprenden nada porque no pretenden subirse a la chepa de nadie, que se ven solos en lo que si necesitan, que es la guía coherente de sus padres, y que aprenden a no comunicarse y a sentirse mal. Por otro lado, lo habitual y más cómodo es marcar límites para comodidad de los padres pasando por encima del desarrollo de sus hijos.
Hay límites necesarios, como los que conciernen a la seguridad o a la salubridad de los niños. No podemos dejar por ejemplo que corran por la carretera porque ellos así lo desean, para esto estamos nosotros allí, no para imponer que no se hace, sino para dependiendo de su etapa evolutiva jugar con ellos a ayudar a mamá a cruzar la carretera de la mano, o si ya son mayores explicarles por qué no es seguro y deben ir con nosotros. Pero también hay límites innecesarios que van en la línea del “aquí mando yo” que comentábamos. Teniendo en cuenta que es imposible que estén midiendo fuerzas y manipulando…¿pasa algo malo si quieren ponerse un pantalón distinto al que nosotros planeábamos, si no quieren dar un besito a un pariente o conocido, si quieren jugar en vez de hacer otra cosa? Esos límites son exclusivamente sociales, son innecesarios, y pasan por encima de las necesidades de los niños. Los niños efectivamente necesitan nuestra guía, nuestro acompañamiento, pero eso se entiende mal y se tergiversa haciendo ver que necesitan saber “quien manda” desde el principio. La autoridad se consigue desde el respeto y la admiración, no desde el miedo y la imposición. Eso sirve para adultos también, cuanto más para niños que no disponen de las herramientas para comprender ciertas cosas.
Volviendo al tema de los besos. Si un niño no quiere dar o recibir un beso, no lo hará. Debe tomar decisiones sobre su propio cuerpo, no aprender que debe ceder ante los adultos para así hacerle presa fácil de personas malintencionadas que pueden aparecer en su futuro. Si es no, es no. Deben aprender a respetarse a si mismos, a reaccionar.
--> El gran pilar de este modo de criar es la Teoría del Apego (J. Bowlby , M. Ainsworth, H. Harlow…). En la Wikipedia:
La necesidad de bebé de estar próximo a su madre, de ser acunado en brazos, protegido y cuidado ha sido estudiada científicamente.
La experiencia de su trabajo en instituciones con niños privados de la figura materna condujo al psicólogo John Bowlby a formular la teoría del apego.
El apego es el vínculo emocional que desarrolla el niño con sus cuidadores o figuras de apego (Caregivers) y que le proporciona la seguridad emocional indispensable para un buen desarrollo de la personalidad. La tesis fundamental de la Teoría del Apego es que el estado de seguridad, ansiedad o temor de un niño es determinado en gran medida por la accesibilidad y capacidad de respuesta de su principal figura de afecto (persona con que se establece el vínculo).
El apego proporciona la seguridad emocional del niño: ser aceptado y protegido incondicionalmente.
El apego tiene una serie de características comportamentales:
- Esforzarse por mantener la proximidad con la persona con la que se está vinculada
- Resistirse a la separación sintiendo ansiedad, desolación y abandono ante la pérdida
- Mantener un contacto sensorial privilegiado con la figura de apego
- Usar la figura de apego como base de seguridad desde la cual poder explorar el mundo físico y social
- Refugiarse en la figura de apego en momentos de tristeza, temor o malestar, buscando en ella apoyo y bienestar emocional.
- Apego seguro: Se da en el 65% de los bebés. Los bebés con este tipo de apego exploran de forma activa mientras están solos con la figura de apego, y pueden intranquilizarse visiblemente cuando los separan de ella. A menudo el bebé saluda a la figura de apego con afecto cuando regresa, y si está muy inquieto, tratará de entrar en contacto físico con ella. Estos bebés son sociables con extraños mientras la madre está presente.
- Apego resistente: Se da en un 10% de los bebés. Los bebés con este tipo de apego tratan de mantenerse cerca de la figura de apego y exploran muy poco mientras ella está presente. Se inquietan mucho cuando ésta se marcha, pero cuando regresa su reacción es ambivalente: permanece en su cercanía, pero pueden resistirse al contacto físico con ella mostrándose molestos por el abandono. Se muestran sumamente cautelosos con los extraños, aún en presencia de la figura de apego.
- Apego evasivo: Se da en un 20% de los bebés. Los bebés con este tipo de apego muestran poco malestar cuando son separados de la figura de apego y generalmente rehuyen de ella cuando regresa aunque ésta trate de ganar su atención. Suelen ser sociables con los extraños pero pueden ignorarlos de la misma forma en que evitan a su figura de apego cuando regresa.
- Apego desorganizado/desorientado: Se da entre un 5 y un 10% de los bebés. Es una combinación de los patrones de apego resistente y apego evasivo. El bebé puede mostrarse confuso permaneciendo inmóvil o acercarse para luego alejarse de forma abrupta a medida que la figura de apego se aproxima.
Los niños con apego inseguro desarrollan personalidades ansiosas, rehúyen el contacto físico y las demostraciones emocionales, presentan excesiva dependencia, etc. Los niños con apego seguro, ante la coherencia de la situación y la disponibilidad de su figura de apego que les proporciona seguridad, van abriendo el círculo exploratorio con la edad, para convertirse en niños independientes, seguros y sanos psicológicamente. En niños y adultos, porque todos esos niños con apego inseguro desarrollarán su personalidad adulta en base a todo esto.
Los niños son dependientes, esa independencia ficticia por la que se aboga no es tal. Nacemos dependientes. Y somos los padres los que debemos proporcionar ese apego seguro para la independencia real. No imponer una falsa independencia que dañe a nuestros hijos para toda su vida.
No caigamos en los consejos infundados ni en la presión social. Contrastemos siempre cada paso que demos en el modo de criar a nuestros hijos. Y si además nuestro instinto lo respalda, sigamos adelante. La naturaleza es sabia. Los consejos no pedidos no lo son.
Laura Perales Bermejo. Licenciada en Psicología por la UAM y madre
Blog: Tienda de Renacuajos
Blog: Tienda de Renacuajos
Referencias y bibliografía:
- Crianza Natural: www.crianzanatural.com
- Organización Mundial de la Salud: http://www.who.int/es/
- Asociacion Española de Pedriatria: http://www.aeped.es/
- William Sears: http://www.askdrsears.com/
- John Bowlby “El apego (el apego y la pérdida I)”. Editorial Paidos Ibérica
- John Bowlby “La separación (el apego y la pérdida II)”. Editorial Paidos Ibérica
- John Bowlby “La pérdida (el apego y la pérdida III)”. Editorial Paidos Ibérica
- John Bowlby “Una base segura: aplicaciones clínicas de la teoría del apego”. Editorial Paidos Ibérica
- M. Ainsworth, E. Waters “Patterns of Attachment: A Psychological Study of the Strange Situation”. Lawrence Erlbaum Associates Inc.
- J. Bowlby, M. Ainsworth “Child Care and the Growth of Love”. Penguin Books
- Haim G. Ginnott “Entre Padres e Hijos”. Ediciones Medici
- Adele Faber y Elaine Mazlish “Como hablar para que sus hijos le escuchen y como escuchar para que sus hijos le hablen”. Ediciones Medici
- Adele Faber y Elaine Mazlish “Padres liberados, hijos liberados” Ediciones Medici
- Jean Liedloff “El Concepto del Continuum”. Editorial Ob Stare
- Mario Marrone “La Teoría del Apego, un enfoque actual”. Editorial Psimatica
- Yolanda Gonzalez Vara “Amar sin miedo a malcriar”. Editorial Integral (RBA)
- Rosa Jové “La crianza feliz”. La esfera de los libros
- Rosa Jové “Dormir sin lágrimas”. La esfera de los libros
- Rosa Jové “Ni rabietas ni conflictos”. La esfera de los libros
- D. Corkille Briggs “El niño feliz. Su clave psicológica” .Gedisa
- Rebeca Wild “Libertad y límites. Amor y respeto”. Editorial Herder
- Carlos Gonzalez “Mi niño no me come” . Editorial Temas de Hoy
- Martin E. P. Seligman “Indefensión”. Editorial Debate
- Jean Piaget “La representación del mundo en el niño”. Editorial Morata
- Jean Piaget “Formación del símbolo en el niño. Imitación, juego y sueño. Imagen y representación”. Fondo de cultura económica de España S.L.
- Premack D, Woodruff G. “Does chimpanzee have a theory of mind?”Behav Brain Sci 1978
- Leslie AM. Presence and representation: the origins of ‘theory of mind’. Psychol Rev 1987"
martes, 27 de diciembre de 2011
Pijama teteador
Tenía muchas ganas de inventarme algo para dormir, ya que a mi bombón le gusta tener la teta a libre disposición durante la noche y lo que acababa ocurriendo era que me desabrochaba todos los botones de la parte de arriba del pijama y así andaba yo todas las noches, y en invierno se agradece estar un poco más tapadita sin que mi pequeña tenga que renunciar a su barra libre.
Así que estuve dándole vueltas y esto es lo que he hecho:
![]() |
Pijama teteador |
Estoy encantada con el resultado, porque ahora se sirve a través de la abertura y sobre todo yo duermo con el cuello calentito, cosa que antes era impensable ;)
Como es un poco difícil acertar con las tallas de adultos no voy a poner el patrón completo, pero os voy a explicar como lo he hecho, porque esta idea se puede extender a otras aplicaciones.

La pieza A es la parte delantera, y la pieza B la trasera. La pieza C es la manga y la pieza G es el cuello. La única pieza que hay que adaptar es la pieza A.
Si os fijáis lleva una doble raya a la altura de la cintura. Es porque el pijama original llevaba un cordoncito para fruncirlo. En lugar de eso, lo que he hecho ha sido dividir esa pieza del patrón en dos, antes de cortar la tela. Lo he recortado por esas rayas, y me han quedado dos mitades. La de abajo, que queda tal cual, y la de arriba, que le he aumentado hacia abajo unos 10 cms.
A la hora de coserlo, se cose primero la parte de abajo tal cual (haciendo un dobladillo en la parte superior, claro) y la de arriba se empieza a coser por la parte superior, dejando sin coser el trozo que le hemos aumentado, que será la abertura para dar el pecho.
Nota: En este caso la he dejado sin coser porque he usado una tela de algodón que no cede, en caso de usar otro tipo de telas más elásticas es mejor coserla entera, porque al ceder se podrá dar el pecho por la abertura igualmente.
Espero que os haya gustado, yo he de coserme más cositas con el método, ahora que ya he puesto a prueba su eficacia :-D
jueves, 15 de diciembre de 2011
Resultados de la primera encuesta sobre formación, información y apoyo en lactancia materna
Hace unos tres meses, el blog de Lactando amando. Crianza feliz organizó la primera gran Encuesta sobre Formación, Información y Apoyo en Lactancia Materna. En su momento puse mi granito de arena contestando a la encuesta y enlázandola en el blogroll, y hoy estoy feliz de poder agradecer el enorme trabajo que han hecho organizándola y poniendo orden a todos los resultados. Me parece que han preparado un material divulgativo de un enorme valor, y aquí lo tenéis.
Resultados de la Encuesta sobre Lactancia Materna
Hay algunas cosas que me llaman poderosamente la atención.
1) Un 44% de las encuestadas no fue informada sobre la posibilidad de elaborar un plan de parto (En mi caso concreto nunca se mencionó esa posibilidad, y además banalizaban el tema de la episiotomía de tal forma que una se creía que eso era algo que tenía que ocurrir y no había posibilidad de elección)
2) Al 50% no se le dio opción de continuar en algún curso de apoyo después del parto (Yo tengo dos grupos muy cerca, y sin embargo en ningún momento se nos habló de ellos, cosa que veo imprescindible para resolver los posibles problemas que vayan surgiendo, que suelen ser la causa más común de abandono precoz de la lactancia).
3) Me sorprende que el contacto precoz piel con piel se produzca solamente en un 60% de los casos, cuando sus beneficios tanto para la madre como para el bebé son innumerables. Tenemos mucho trabajo delante para poder convertir ese porcentaje en una unanimidad.
4) Y solamente un 60% dio lactancia materna exclusiva en el hospital, con un lamentable 13% en el que el modo de ofrecerles algún tipo de suplemento fue sin el consentimiento de la madre.
5) 1 de cada 3 madres no fue consultada sobre el tipo de alimentación que deseaba darle a su bebé (materna o artificial), concidiendo ese porcentaje con las madres que no recibieron ningún tipo de apoyo en estos primeros momentos.
6) Cerca de un 50% de madres afirman no haberse sentido a gusto al darle el pecho a su bebé en público, con reacciones que van desde miradas reprobadoras hasta a ser echadas de algún lugar. Me parece escandaloso que la lactancia materna se puede seguir viendo por ojos de terceros como algo sucio, no he tenido nunca esa sensación (sí curiosidad, a veces, aunque tengo que reconocer que hace mucho tiempo que no me fijo en el modo que me miran ya que cuando le doy el pecho sólo estoy pendiente de mi hija, lo tengo ya tan interiorizado que simplemente me aislo del resto del mundo)
7) A pesar de que la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta por lo menos los 6 meses, las indicaciones de los pediatras en ese sentido sólo van en este sentido en un 50% de los casos. Llama la atención además que un 40% de pediatras indica dar el pecho después de la toma de AC o incluso destetar, en contra de la OMS que indica que el pecho se da antes de la toma de AC.
8) Al reincorporarse al trabajo después de la baja maternal, sólo un 10% ha recurrido a la lactancia artificial o mixta, en contra de la creencia de muchas madres que creen que no serán capaces de compatibilizar lactancia y trabajo.
En fin, un material muy interesante y de donde se pueden extraer pautas a mejorar y en las que trabajar para que la lactancia materna se normalice cada vez más y se facilite un acceso a ella a toda mamá que lo desee.
Resultados de la Encuesta sobre Lactancia Materna
Hay algunas cosas que me llaman poderosamente la atención.
1) Un 44% de las encuestadas no fue informada sobre la posibilidad de elaborar un plan de parto (En mi caso concreto nunca se mencionó esa posibilidad, y además banalizaban el tema de la episiotomía de tal forma que una se creía que eso era algo que tenía que ocurrir y no había posibilidad de elección)
2) Al 50% no se le dio opción de continuar en algún curso de apoyo después del parto (Yo tengo dos grupos muy cerca, y sin embargo en ningún momento se nos habló de ellos, cosa que veo imprescindible para resolver los posibles problemas que vayan surgiendo, que suelen ser la causa más común de abandono precoz de la lactancia).
3) Me sorprende que el contacto precoz piel con piel se produzca solamente en un 60% de los casos, cuando sus beneficios tanto para la madre como para el bebé son innumerables. Tenemos mucho trabajo delante para poder convertir ese porcentaje en una unanimidad.
4) Y solamente un 60% dio lactancia materna exclusiva en el hospital, con un lamentable 13% en el que el modo de ofrecerles algún tipo de suplemento fue sin el consentimiento de la madre.
5) 1 de cada 3 madres no fue consultada sobre el tipo de alimentación que deseaba darle a su bebé (materna o artificial), concidiendo ese porcentaje con las madres que no recibieron ningún tipo de apoyo en estos primeros momentos.
6) Cerca de un 50% de madres afirman no haberse sentido a gusto al darle el pecho a su bebé en público, con reacciones que van desde miradas reprobadoras hasta a ser echadas de algún lugar. Me parece escandaloso que la lactancia materna se puede seguir viendo por ojos de terceros como algo sucio, no he tenido nunca esa sensación (sí curiosidad, a veces, aunque tengo que reconocer que hace mucho tiempo que no me fijo en el modo que me miran ya que cuando le doy el pecho sólo estoy pendiente de mi hija, lo tengo ya tan interiorizado que simplemente me aislo del resto del mundo)
7) A pesar de que la OMS recomienda la lactancia materna exclusiva hasta por lo menos los 6 meses, las indicaciones de los pediatras en ese sentido sólo van en este sentido en un 50% de los casos. Llama la atención además que un 40% de pediatras indica dar el pecho después de la toma de AC o incluso destetar, en contra de la OMS que indica que el pecho se da antes de la toma de AC.
8) Al reincorporarse al trabajo después de la baja maternal, sólo un 10% ha recurrido a la lactancia artificial o mixta, en contra de la creencia de muchas madres que creen que no serán capaces de compatibilizar lactancia y trabajo.
En fin, un material muy interesante y de donde se pueden extraer pautas a mejorar y en las que trabajar para que la lactancia materna se normalice cada vez más y se facilite un acceso a ella a toda mamá que lo desee.
miércoles, 5 de octubre de 2011
Nuestra lactancia en la semana de la lactancia
Esta semana se celebra en España la Semana Mundial de la Lactancia Materna, postergada para el mes de octubre, ya que a nivel mundial se celebra a primeros de agosto. Por ello, estos días me encuentro especialmente tierna y miro hacia atrás, rememorando como éramos mi bombón y yo hace exactamente un año y como somos ahora.
Recuerdo haber iniciado hace un año las reuniones del grupo de lactancia (al que no he podido volver, por incompatibilidad de horarios con las siestas de la peque) y recuerdo con admiración a una mami que daba teta a su hijo de unos 4 años. Se puso a hablar conmigo el primer día, y me preguntaba si había tenido algún problemilla con la lactancia en esos 7 meses que tenía por aquel entonces mi bebé. La verdad es que siempre he tenido muchísima suerte y todo ha ido rodado desde el primer día, y yo le decía que ojalá llegara a conseguir una lactancia prolongada como la suya, y me dijo:
- Si has llegado hasta aquí, no tendrás ningún problema para llegar hasta donde tú te propongas, ahora sólo te queda lo más fácil: disfrutar.
Hoy, un año después, puedo decir que fue una de las cosas más acertadas que me han dicho con respecto a la lactancia. Seguimos disfrutando de ella después de 19 meses, ¡y lo que nos queda!
Si eres mami o vas a serlo, el mejor consejo que yo a mi vez puedo darte a ti es no perderte esta increíble experiencia, a veces no sé si el mejor regalo es para mi bombón o para mí, nos encanta a las dos. ;)
Para rematar, os dejo con la portada del libro Pel con Pel, de la Editorial Galaxia y Fedegalma, os recomiendo que os lo compréis o le echéis un vistazo si tenéis la oportunidad, es un libro de esos que te ponen la piel de gallina.
Recuerdo haber iniciado hace un año las reuniones del grupo de lactancia (al que no he podido volver, por incompatibilidad de horarios con las siestas de la peque) y recuerdo con admiración a una mami que daba teta a su hijo de unos 4 años. Se puso a hablar conmigo el primer día, y me preguntaba si había tenido algún problemilla con la lactancia en esos 7 meses que tenía por aquel entonces mi bebé. La verdad es que siempre he tenido muchísima suerte y todo ha ido rodado desde el primer día, y yo le decía que ojalá llegara a conseguir una lactancia prolongada como la suya, y me dijo:
- Si has llegado hasta aquí, no tendrás ningún problema para llegar hasta donde tú te propongas, ahora sólo te queda lo más fácil: disfrutar.
Hoy, un año después, puedo decir que fue una de las cosas más acertadas que me han dicho con respecto a la lactancia. Seguimos disfrutando de ella después de 19 meses, ¡y lo que nos queda!
Si eres mami o vas a serlo, el mejor consejo que yo a mi vez puedo darte a ti es no perderte esta increíble experiencia, a veces no sé si el mejor regalo es para mi bombón o para mí, nos encanta a las dos. ;)
Para rematar, os dejo con la portada del libro Pel con Pel, de la Editorial Galaxia y Fedegalma, os recomiendo que os lo compréis o le echéis un vistazo si tenéis la oportunidad, es un libro de esos que te ponen la piel de gallina.
viernes, 30 de septiembre de 2011
Conciliación Real ¿Ya?
Llevamos unos días de mucha revolución, con la creación del grupo de Facebook Conciliación Real ¡Ya! por iniciativa de Ira, de Ma a ma, pell a pell, cor amb cor (podéis ver la entrada que sembró la semillita aquí).
Son días de mucho darle vueltas al asunto, de intentar buscar propuestas, recogiendo las diversas opiniones de madres y padres implicados con la crianza de sus hijos y unidos por la misma desazón: la dificultad de conciliar la vida laboral con la familiar.
Y es que ¿con quién van a estar mejor nuestros hijos que con nosotros mismos? Muchas veces me han hecho la misma pregunta: ¿y tu hija va a la guardería? y a pesar de que algunos intentarán cantarnos las excelencias del bien que les hace, porque necesitan socializarse, blablabla, incluso estos acaban diciendo que como en casa en ningún sitio. Ya, pero en casa de los abuelos, no en mi casa, nuestro hogar... Cierto es que yo puedo ser considerada muy afortunada, tengo un horario bastante bueno y paso todas las tardes con mi pequeña, pero no puedo evitar mirar con envidia a mis padres cuando llego al mediodía y me cuentan una nueva hazaña de mi bombón.
Siempre hay algo nuevo, algo que ha hecho por primera vez y no estaba yo para ser testigo del paso del tiempo, de como mi pequeña se va convirtiendo en una niña, de todas esas historietas que me cuentan henchidos de orgullo y que hacen que nos partamos de risa con sus ocurrencias.
Recuerdo perfectamente mi incorporación al trabajo una vez terminadas las 16 escasas semanas del permiso de maternidad. Me debatía entre dos frentes, por un lado el dejar a mi pequeña, de la que no me había separado en ese tiempo, y por el otro mi sentido de la responsabilidad, ya que no podía evitar sentir que estaba fallando a la empresa por ese tiempo de "vacaciones". Quería llegar y estar a tope, pero no podía evitar irme al baño y sentirme fatal, sentir que estaba traicionando a mi pequeña, que con quien tenía que estar era conmigo. Y era pensar en ella, o hablar de ella o lo que sea, y mis pechos se ponían duros como piedras y lloraban leche.
Cada vez que la iba a buscar a casa de mis padres, aunque acabara de comer, se enganchaba siempre al pecho, para recuperar el tiempo perdido, y pasamos las tardes bien pegadita la una a la otra.
Hasta que la niña cumplió un año, fue su padre quien la llevaba todos los días, ya que por horarios entraba una hora más tarde que yo y así no le pegábamos tanto madrugón. Yo lo agradecía, ya que cuando la llevaba yo la niña lloraba amargamente, y si la llevaba mi marido parecía llevarlo mejor. A partir del año, fui yo quien la iba a llevar (además de recogerla) y nos costó mucho a las dos adaptarnos, aún es el día de hoy (tiene 19 meses) que llora a veces cuando la dejo con los abuelos, y yo me voy a trabajar con un nudo en el estómago.
Una de las cosas que me costó mucho fue el mantener el ritmo de extracción de leche. En el trabajo no tenía opción de sacarme leche, así que me tocaba hacerlo por las mañanas y al mediodía, y a ratitos libres por la tarde. Me costó muchísimo estar así hasta que la niña cumplió 15 meses, necesitaba sacarme todos los días 300 ml y no siempre lo conseguía. La mayor parte de las mañanas sacaba muy poco, porque la niña había estado toda la noche enganchada al pecho, y al mediodía ya se encargaba ella de vaciarme de nuevo en cuanto me veía... Fue una locura, empecé a sacarme leche unas 6 semanas antes de incorporarme y si pudiera volver atrás en el tiempo, lo hubiera hecho desde el principio. Vivía angustiada pensando en el dichoso sacaleches, me fabriqué un sujetador manos libres casero, y me sacaba leche todos los días, a veces me parecía que no hacía otra cosa!
Y es que mi peque fue de las que sí aceptó el biberón de la leche de mamá y demandaba dos biberones de 150 ml, así que os podéis hacer a la idea de lo duro que fue...
En fin, creo que ha resultado una entrada de lo más caótica, ya que son tantos sentimientos acumulados que no puedo más que hacer un batiburrillo de ellos, me salen a trompicones, espero que me perdonéis.
No puedo más que enlazar con la página de Facebook que tiene Conciliación Real Ya desde ayer, para que todos se unan por esta causa.
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miércoles, 28 de septiembre de 2011
1ª Encuesta sobre Información, Formación y Apoyo en Lactancia Materna
En esta ocasión me gustaría darle difusión a un gran proyecto llevado a cabo desde Lactando Amando, que es una macro encuesta sobre información, formación y apoyo en Lactancia Materna. Esta encuesta nace de la necesidad de hacer un estudio serio y riguroso sobre las condiciones de la lactancia en sus inicios y el apoyo recibido por parte de los profesionales de la salud.
Os animo a todos a tomar parte en el estudio, rellenar la encuesta no toma más de cinco minutos y es por el bien de todos. Tenéis el enlace aquí del post explicativo, y si preferís ir directamente a la encuesta pinchad aquí.
Se ruega la máxima difusión!
jueves, 8 de septiembre de 2011
Carta a mis matronas
Desde que he hecho el cursillo de preparto con mis matronas ha pasado ya algo más de un año y medio, pero he pensado en escribirles una carta para agradecerles su labor. Han hecho germinar en mí muchas cosas que luego con el paso del tiempo han dado sus frutos, así que ésta es la carta que les voy a enviar:
"Al equipo de matronas del centro de salud ......................
Tenía pendiente escribiros esta carta hace mucho tiempo, pero entre unas cosas y otras lo iba postergando. Sin embargo, no quiero dejar de agradeceros vuestra labor.
Mi hija ya tiene 18 meses y hace casi 20 meses que hice con vosotras el cursillo preparto. Volviendo la vista atrás, los temas que más me ha gustado abordar en los cursillos han sido el de la lactancia materna y el del parto. Vuestras sabias palabras han calado hondo en mí y las recuerdo muchas veces con una sonrisa.
Recuerdo que abordando el tema de la lactancia, nos contasteis la anécdota de una madre que estaba pasando por una mastitis, y cómo le prescribieron el libro de Carlos González, "Un regalo para toda la vida". Allá que me fui yo esa misma tarde a comprar el libro, y cuál fue mi sorpresa cuando comencé a leerlo. Más allá de los conocimientos "técnicos" que transmite y la sencillez con que lo explica todo, lo que más me gustó fue que es capaz de crear una gran confianza en una misma de que la lactancia es algo fácil y placentero.
Vosotras hacéis una gran labor en ese sentido, el hecho de hacernos pensar que lo natural es que la lactancia sea algo placentero tanto para el bebé como la madre, y que si no lo es, hay que buscar el por qué. Puede que no haya una buena posición, o que el bebé tenga frenillo, pero cualquier problema se puede solucionar con la ayuda adecuada y sobre todo, que la solución no es destetar, ni siquiera con una mastitis.
A día de hoy creo que estamos volviendo a recuperar la lactancia, pero ha habido mucha desinformación al respecto, y por desgracia muchas veces proveniente de pediatras, algunos de los cuales al menor problema te "recetan" leche artificial sin tener en cuenta las circunstancias (en mi caso particular, sin ningún otro problema, me explicaron que a partir de los 3 meses tenía que sustituir tomas de pecho por biberones, a lo que me negué, pero sigo pensando en que muchas madres no se negarán). Por eso estoy tan contenta con toda la información que nos habéis dado al respecto, como el hablar de la lactancia materna exclusiva. Recuerdo particularmente el modo en que explicasteis el tema de la lactancia a demanda: "toda la que quiera (de un pecho o de los dos), siempre que quiera (incluso si hace 5 minutos que ha mamado)", y que la demanda no es llorar, que lloran cuando ya tienen mucha hambre, que observemos si mueven los labios, si gira la cabeza...
Recuerdo como nos insistíais en cogerlos mucho, darles muchos mimos y besarlos, sin importarnos que se puedan "malcriar" (desde cuándo se malcrían por amarlos, se malcriarán por ignorarlos) y también sobre los dolores del parto y como sobrellevarlos. En este sentido me gustaría recalcar la importancia de ver otras alternativas a la epidural como método contra el dolor, nos enseñasteis la importancia de una buena respiración (que por cierto, luego en el parto dan por hecho que sabes hacerlo y no te apoyan en como hacerlas bien, deberían de dar más importancia a las mismas). Ojalá se destacara más el redactar un plan de parto, y no un consentimiento informado en bloque, ya que a mí por ejemplo habiéndoles denegado una maniobra de Kristeller, aún así me vi obligada a apartarlos de mí con mis manos, estando como estaba en inferioridad de fuerza. Me gustaría que se diera más importancia a la mujer que da a luz, siendo ella la protagonista de su parto y no mera observadora, que se le deje deambular y adoptar la postura que prefiera durante el parto... son métodos mucho más naturales de aliviar el dolor, ese y otros como los que vosotras nos proponíais: la pelota para dilatar, los masajes en los riñones... Otra cosa que no me gustó nada es que no te dejan ni beber ni comer algo ligero, sobre todo los líquidos es algo que eché mucho de menos, y pensar que ahora que ha pasado es cuando empiezo a aprender muchas cosas que hubiera sido importante saber antes.
Os agradezco toda vuestra atención, amabilidad y comprensión, tanto en los cursos como mes a mes en vuestras visitas, y seguro que nos volveremos a ver dentro de un tiempo.
Os saluda atentamente,
.........."
Este es un primer borrador de la carta, y la idea viene del epílogo del libro de Carlos González "Un regalo para toda la vida", titulado El poder de la pluma. Cómo cambiar el mundo.
* Foto extraída de Blog bebés
lunes, 5 de septiembre de 2011
Facebook y lactancia
Increíble, pero cierto. Esta imagen que encabeza mi entrada, debería de parecernos a todos tierna, ya seas o no madre lactante. En ella se muestra a un bebé sonriente en la teta de su madre, y fue el logo escogido por el Carnaval de blogs sobre la Semana Mundial de la Lactancia del pasado año 2010.
Sin embargo, a no todo el mundo le debió de parecer tan tierna, y Facebook, tras algunas denuncias, ha decidido retirarla de la página de Amor Maternal en Facebook. Y esto porque algunos internautas consideraron que era ofensiva y que violaba los estatutos de derechos y responsabilidades de Facebook. Lo que todavía me parece peor es que los denunciantes son miembros registrados, en una página en la que Louma pone especial hincapié en el respeto a todas las personas que participan. Me consta que Louma es una persona de una gran sensibilidad y me imagino lo herida que se ha debido de sentir. Pueden ver su post original aquí.
Este logo fue creado con el lema de ¡Bebés amamantados, bebés felices! y su objetivo era que las mamis que amamantamos contáramos nuestros momentos más tiernos y las anécdotas más divertidas y felices con motivo de la lactancia, para mostrar la cara más amable de la lactancia, frente a la imagen a veces generalizada de que la lactancia es dura, difícil o sacrificada. Puede que tenga un lado al principio de mayor esfuerzo, pero nunca debería de ser difícil, siempre que se cuente con el apoyo adecuado. Aprovecho para recomendar encarecidamente la visita a los grupos de lactancia, que tanto ayudan a las mamis a resolver todos sus pequeños contratiempos para que la lactancia sea plenamente satisfactoria.
No me imagino qué rencor puede llevar a denunciar una foto como ésta, ya que aunque no dés el pecho por el motivo que sea, de ahí a considerar esta imagen como ofensiva hay un gran salto. De todos modos, no quiero que mi post se sitúe desde la indignación, así que voy a aprovechar esta imagen para contar algo bonito sobre la lactancia, como era el objetivo del pasado Carnaval de blogs, en el que no participé ya que aún no tenía mi blog (mi participación de este año la podéis leer aquí)
Lo más tierno que me ha sucedido con respecto a la lactancia es tender lazos hacia otras mamás y otras generaciones. En general la gente, en cuanto se entera de que todavía amamanto a mi hija, tiene una reacción primero de sorpresa (ya sabéis, el tópico de ¿pero aún tienes leche?) y la segunda reacción es de alegría. Me dicen que estoy haciendo lo mejor para mi hija, que no hay nada más sano y natural y que se la ve muy feliz cuando está al pecho.
Lo que más me gusta son los intercambios de historietas de la teta con la gente mayor, me parece super tierno todo lo que cuentan: que si su hijo le llevaba la banqueta cuando le apetecía teta, que si amamantaba también a la hija de la vecina que trabajaba todo el día, que se los llevaban al campo... Todas esas historias me dejan una sensación de tribu, de que hay algo que va hilando las diferentes maternidades, como por ejemplo el otro día que mi hija conoció a su tía bisabuela, y la señora (que es un encanto hablar con ella, tiene casi 100 años pero una memoria prodigiosa y una voz suave pero firme a pesar de los años) nos contaba sus experiencias. Vivir eso no tiene precio, y deja una sensación de bienestar de las que perduran dibujando sonrisas en el rostro.
Sin embargo, a no todo el mundo le debió de parecer tan tierna, y Facebook, tras algunas denuncias, ha decidido retirarla de la página de Amor Maternal en Facebook. Y esto porque algunos internautas consideraron que era ofensiva y que violaba los estatutos de derechos y responsabilidades de Facebook. Lo que todavía me parece peor es que los denunciantes son miembros registrados, en una página en la que Louma pone especial hincapié en el respeto a todas las personas que participan. Me consta que Louma es una persona de una gran sensibilidad y me imagino lo herida que se ha debido de sentir. Pueden ver su post original aquí.
Este logo fue creado con el lema de ¡Bebés amamantados, bebés felices! y su objetivo era que las mamis que amamantamos contáramos nuestros momentos más tiernos y las anécdotas más divertidas y felices con motivo de la lactancia, para mostrar la cara más amable de la lactancia, frente a la imagen a veces generalizada de que la lactancia es dura, difícil o sacrificada. Puede que tenga un lado al principio de mayor esfuerzo, pero nunca debería de ser difícil, siempre que se cuente con el apoyo adecuado. Aprovecho para recomendar encarecidamente la visita a los grupos de lactancia, que tanto ayudan a las mamis a resolver todos sus pequeños contratiempos para que la lactancia sea plenamente satisfactoria.
No me imagino qué rencor puede llevar a denunciar una foto como ésta, ya que aunque no dés el pecho por el motivo que sea, de ahí a considerar esta imagen como ofensiva hay un gran salto. De todos modos, no quiero que mi post se sitúe desde la indignación, así que voy a aprovechar esta imagen para contar algo bonito sobre la lactancia, como era el objetivo del pasado Carnaval de blogs, en el que no participé ya que aún no tenía mi blog (mi participación de este año la podéis leer aquí)
Lo más tierno que me ha sucedido con respecto a la lactancia es tender lazos hacia otras mamás y otras generaciones. En general la gente, en cuanto se entera de que todavía amamanto a mi hija, tiene una reacción primero de sorpresa (ya sabéis, el tópico de ¿pero aún tienes leche?) y la segunda reacción es de alegría. Me dicen que estoy haciendo lo mejor para mi hija, que no hay nada más sano y natural y que se la ve muy feliz cuando está al pecho.
Lo que más me gusta son los intercambios de historietas de la teta con la gente mayor, me parece super tierno todo lo que cuentan: que si su hijo le llevaba la banqueta cuando le apetecía teta, que si amamantaba también a la hija de la vecina que trabajaba todo el día, que se los llevaban al campo... Todas esas historias me dejan una sensación de tribu, de que hay algo que va hilando las diferentes maternidades, como por ejemplo el otro día que mi hija conoció a su tía bisabuela, y la señora (que es un encanto hablar con ella, tiene casi 100 años pero una memoria prodigiosa y una voz suave pero firme a pesar de los años) nos contaba sus experiencias. Vivir eso no tiene precio, y deja una sensación de bienestar de las que perduran dibujando sonrisas en el rostro.
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domingo, 14 de agosto de 2011
Semana mundial de la lactancia materna
Logo diseñado por Louma, de http://www.amormaternal.com/
El lema de la Semana Mundial de la Lactancia Materna 2011 es Lactancia materna, una experiencia 3D, y se centra en incorporar la comunicación dentro del mundo de la lactancia. Así pues, me gustaría contribuir a poner mi granito de arena y contaros mi experiencias sobre la lactancia.
Desde que era pequeña, tuve instinto maternal, siempre deseé ser mamá y siempre lo asocié al hecho de coger en brazos a un bebé y darle el pecho. Y eso que nací en los 80, una década donde no se estilaba mucho eso de dar teta y más cuando los pediatras enseguida recetaban "ayuditas" y donde la alimentación complementaria más bien debería de haberse llamado alimentación principal. Recuerdo a mi madre contarme como durante una mastitis le habían vendado los pechos ¡vendado!, y cómo se volvía loca con los consejos de la gente: síguete quitando leche, no te quites o te pondrás peor...
Por desgracia, sigue habiendo muchos tabúes en torno a la lactancia materna, lo habréis tenido que sufrir muchas de vosotras con comentarios del tipo: si le das un buen biberón con cereales dormirá del tirón, lo que tiene es mucho vicio o ¿y no te muerde?; éste último la verdad es que hasta me da pena, porque demuestra que estamos muy poco acostumbrados a ver lactancias prolongadas ¡y eso que mi hija sólo tiene 17 meses!
Pero yo me muero de amor cuando mi hija se sirve solita, y cuando se parte de risa en la teta, ya no me quiero imaginar cuando hable y me diga cosas con respecto a la teta, espero poder contároslas el año que viene, en la siguiente Semana Mundial ;)
Ante todo me gustaría decirles a las personas que no dan el pecho, bien porque no lo desean, bien porque no han podido, bien porque todavía no se les ha prestado la ocasión porque no tengan hijos:
Dar el pecho es fácil, dar el pecho es maravilloso, y dar el pecho no duele. Si hay algún problemilla con respecto a la lactancia, tiene fácil solución si sabemos dónde buscarla, y por desgracia muchas veces los centros de salud no están reciclados en temas de lactancia, pero hay muchos grupos de lactancia maravillosos que nos brindan la oportunidad de resolver éste y otros temas. Yo recomendaría acudir a uno de esos grupos incluso embarazada, os dejo un enlace de Fedalma con las direcciones de los grupos ordenados por Comunidades:
http://www.fedalma.org/grupos.php
Lo que no nos cuentan muchas veces es que muchas de esas dificultades son por un frenillo en la lengua del bebé o un mal agarre. Las malas posiciones son las que originan el 98% de los problemas, y en estos casos es necesario tratar tanto el problema (mastitis, ingurgitación, etc) como la raíz del problema, y me gustaría recalcar que no es necesario destetar para curarlas. De hecho, otra página super importante en estos casos es la que ha desarrollado el Hospital de Denia, donde se puede consultar los efectos de un medicamente sobre la lactancia:
http://www.e-lactancia.org/
Desde que era pequeña, tuve instinto maternal, siempre deseé ser mamá y siempre lo asocié al hecho de coger en brazos a un bebé y darle el pecho. Y eso que nací en los 80, una década donde no se estilaba mucho eso de dar teta y más cuando los pediatras enseguida recetaban "ayuditas" y donde la alimentación complementaria más bien debería de haberse llamado alimentación principal. Recuerdo a mi madre contarme como durante una mastitis le habían vendado los pechos ¡vendado!, y cómo se volvía loca con los consejos de la gente: síguete quitando leche, no te quites o te pondrás peor...
Por desgracia, sigue habiendo muchos tabúes en torno a la lactancia materna, lo habréis tenido que sufrir muchas de vosotras con comentarios del tipo: si le das un buen biberón con cereales dormirá del tirón, lo que tiene es mucho vicio o ¿y no te muerde?; éste último la verdad es que hasta me da pena, porque demuestra que estamos muy poco acostumbrados a ver lactancias prolongadas ¡y eso que mi hija sólo tiene 17 meses!
Pero yo me muero de amor cuando mi hija se sirve solita, y cuando se parte de risa en la teta, ya no me quiero imaginar cuando hable y me diga cosas con respecto a la teta, espero poder contároslas el año que viene, en la siguiente Semana Mundial ;)
Ante todo me gustaría decirles a las personas que no dan el pecho, bien porque no lo desean, bien porque no han podido, bien porque todavía no se les ha prestado la ocasión porque no tengan hijos:
Dar el pecho es fácil, dar el pecho es maravilloso, y dar el pecho no duele. Si hay algún problemilla con respecto a la lactancia, tiene fácil solución si sabemos dónde buscarla, y por desgracia muchas veces los centros de salud no están reciclados en temas de lactancia, pero hay muchos grupos de lactancia maravillosos que nos brindan la oportunidad de resolver éste y otros temas. Yo recomendaría acudir a uno de esos grupos incluso embarazada, os dejo un enlace de Fedalma con las direcciones de los grupos ordenados por Comunidades:
http://www.fedalma.org/grupos.php
Lo que no nos cuentan muchas veces es que muchas de esas dificultades son por un frenillo en la lengua del bebé o un mal agarre. Las malas posiciones son las que originan el 98% de los problemas, y en estos casos es necesario tratar tanto el problema (mastitis, ingurgitación, etc) como la raíz del problema, y me gustaría recalcar que no es necesario destetar para curarlas. De hecho, otra página super importante en estos casos es la que ha desarrollado el Hospital de Denia, donde se puede consultar los efectos de un medicamente sobre la lactancia:
http://www.e-lactancia.org/
Espero que poco a poco se vaya recuperando la lactancia materna, y no sólo por los innumerables beneficios que conlleva a nivel físico sino también a nivel emocional, es una experiencia maravillosa en todos los sentidos que nadie debería de perderse. ¡Estamos a tiempo!
lunes, 20 de junio de 2011
premio a mami lactante!
Este premio me lo entregado mi amigo Marta (http://maamapellapellcorambcor.blogspot.com/) y me encanta!! Es el premio más bonito que me ha entregado (y ya me ha dado unos cuantos, gracias, guapa!!) pero es que me hace una ilusión tremenda. Tengo que decir que ha sido un premio muy fácil de conseguir, porque dar la teta es lo que más me gusta del mundo mundial.
Tengo que contestar a la pregunta siguiente:
¿Hasta cuando vas a dar el pecho a tu hij@? y la respuesta también es super fácil: hasta que ella quiera! Sí, aunque a veces tenga que oír cosas como "te vas a quedar en ná" o "a ver cómo va a hacer tu hija cuando no tenga la teta". Pues si me voy a quedar en ná la culpa no será de la teta, ya era delgada antes de dar a luz y me quedé más delgada aún, pero eso fue desde el principio y a los 2 meses de dar a luz mi peso era estable, por lo tanto si no sigo adelgazando digo yo que la teta no puede ser la culpable ¿no? sino a estas alturas sería poco más que un charco... Y mi nena se arreglará perfectamente sin teta porque se destetará cuando ella quiera, y de momento ni pienso en ello, lo veo lejísimos! Además en tal caso el destete casi sería de ella hacia mí, lo necesito tanto yo como ella! ;)
Muchas gfracias por este premio!
Tengo que contestar a la pregunta siguiente:
¿Hasta cuando vas a dar el pecho a tu hij@? y la respuesta también es super fácil: hasta que ella quiera! Sí, aunque a veces tenga que oír cosas como "te vas a quedar en ná" o "a ver cómo va a hacer tu hija cuando no tenga la teta". Pues si me voy a quedar en ná la culpa no será de la teta, ya era delgada antes de dar a luz y me quedé más delgada aún, pero eso fue desde el principio y a los 2 meses de dar a luz mi peso era estable, por lo tanto si no sigo adelgazando digo yo que la teta no puede ser la culpable ¿no? sino a estas alturas sería poco más que un charco... Y mi nena se arreglará perfectamente sin teta porque se destetará cuando ella quiera, y de momento ni pienso en ello, lo veo lejísimos! Además en tal caso el destete casi sería de ella hacia mí, lo necesito tanto yo como ella! ;)
Muchas gfracias por este premio!
martes, 14 de junio de 2011
Carlos González y el caso "Habiba"
De Carlos González:" La protección a la infancia en España y el maltrato institucional
Tengo en mis manos el libro La crianza del niño. Lecciones de puericultura, del Dr. Enrique Suñer Ordóñez, publicado en San Sebastián en 1939. El Dr. Suñer había fundado en 1923 la Escuela Nacional de Puericultura, y tras el triunfo de Franco fue de nuevo director de esa institución y del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España.
En su libro, entre muestras «de recuerdo, admiración y cariño a S. E. el Jefe del Estado, a nuestro Generalísimo», propone separar de sus madres a los hijos de las viudas de guerra «rojas» para darlos en adpción a familias «nacionales» o ingresarlos en instituciones:
[…] destacar la conducta que es menester seguir con aquellos niños de nuestros enemigos de hoy; de los huérfanos de padres que dentro de nuestro territorio recibirán seguramente de sus madres la inoculación de un rencor tan profundo como inextinguible. […]
¿Deberemos dejar todas estas almas infantiles y juveniles en contacto íntimo con la fuente del veneno causante del odio?
Claro que no. […] Este odio hay que borrarlo; este veneno es menester a todo trance neutralizarlo con el único antídoto que puede hacerlo inactivo: con el empleo de una profunda caridad encomendada a nuestras mujeres, las de nuestra España, las que albergan nuestros sentimientos. Un esfuerzo inmenso pide la Patria a nuestras familias. Este esfuerzo es el de la adopción en los propios hogares a ser posible, en los establecimientos en donde se vigilen a los alojados desvalidos, como madrinas o madrecitas, prestándoles afectos, asistencia y cuidados como a los hijos propios.
La adopción de estos hijos del enemigo que nos odia será la única manera de combatir el gran problema nacional que nos amenaza en la post-guerra.
Lo que otras dictaduras hicieron de forma clandestina, el secuestro sistemático de los niños de la oposición, en España se hizo a la luz y se puso por escrito.
Tal vez fue así como entró en nuestro sistema de atención a la infancia la idea de que ciertas madres son peligrosas para sus hijos, no porque les vayan a maltratar, sino simplemente porque les van a educar mal. La idea de que ciertos niños estarían mejor en una «buena familia», o incluso en una institución, que con sus madres. Una vez establecida, esa idea se puede aplicar a otros casos, y servir de justificación moral para otras actitudes.
En ningún momento ha habido una condena, una ruptura, una solución de continuidad en nuestro sistema de atención a la infancia. Treinta años después, los mismos que tras la guerra habían secuestrado hijos de «rojos», u otros profesionales más jóvenes, discípulos o subordinados de los anteriores, secuestraban a otros niños para darlos en adopción. No eran monstruos, simplemente se creían en posesión de un conocimiento superior y de un derecho superior. Ellos «sabían» que algunos niños, especialmente hijos de mujeres pobres o de madres adolescentes o solteras, iban a ser desgraciados; y por tanto «podían» separarlos de sus madres para buscarles una buena familia. Eso necesitó la complicidad o el silencio de cientos o miles de profesionales, que difícilmente hubieran podido conciliar el sueño cada noche si no hubieran sido capaces de convencerse a sí mismos de que estaban justificados, de que todo era por el bien del niño.
Y de nuevo, treinta años después, esos mismos profesionales u otros más jóvenes que han sido sus discipulos y sus subordinados siguen separando a los niños de sus madres, sin escrúpulos, sin vacilaciones, sin remordimientos. Porque siguen creyendo que los niños están mejor lejos de sus madres.
El caso de Habiba no es ni mucho menos único. Los he visto con mis propios ojos, he hablado con sus abogados, compañeros pediatras me han explicado su frustración cuando una madre de escasos recursos rechaza la idea de ir a solicitar una ayuda a los servicios sociales «no, allí es donde nos quitan a los niños». En internet encontrará relatos de madres y de hijos:
http://judith-serra-estrela.la coctelera.net/
http://www.centrosdemenores.co m/
http://niostutelados-trini.blo gspot.com/
El problema es que nuestra legislación permite a las instituciones de atención a la infancia llevarse a los niños sin obtener primero la orden de un juez. Tienen potestad absoluta, y luego son los padres los que deben, en todo caso, acudir a los jueces para pedir que les devuelvan a sus hijos, lo que ha ocurrido muchas veces, pero siempre demasiado tarde y cuando los niños ya han sufrido graves daños psicológicos.
Véase por ejemplo la Guía Básica de la Dirección General de Atención a la Infancia y a la Adolescencia de la Generalitat de Cataluña:
http://www20.gencat.cat/docs/d asc/03Ambits%20tematics/07Infa nciaiadolescencia/Recursos_pro fessionals/Pdf/DGAIA_guiaCAT_t aronja%20(3).pdf
En la página 13 se explica la diferencia entre «menor maltratado» y «menor desamparado»; en este último caso «se aprecia cualquier forma de incumplimiento o de ejercicio inadecuado de los deberes de protección establecidos por las leyes en la guardia de los menores o faltan a éstos los elementos básicos para el desarrollo integral de su personalidad».
La situación de desamparo se declara mediante «resolución motivada del organismo competente de la Administración […] Se notifica a las partes afectadas y al Ministerio Fiscal para que se garanticen los derechos de los afectados».
«La declaración de desamparo comporta la asunción automática de las funciones tutelares sobre el menor por parte del organismo competente (DGAIA). Implica la suspensión de la potestad del padre y de la madre o de la tutela ordinaria durante el tiempo de aplicación de la medida. La DGAIA puede delegar la guardia del menor que ha tutelado».
Es decir: son los funcionarios los que declaran el desamparo, por motivos tan inconcretos como «cualquier forma de ejercicio inadecuado»; no tienen que pedir autorización al Ministerio Fiscal para hacerlo, sino sólo informarle después de haberlo hecho, y pueden quedarse al niño o pasárselo a quien ellos quieran.
No estamos hablando de proteger a un menor porque ha sufrido malos tratos. Basta con que detecten lo que ellos llaman una «situación de riesgo». Ya hablar de un «riesgo de malos tratos» daría escalofríos. ¿Se imagina que se pudiera detener a alguien que nunca en su vida ha robado un banco porque existe «un riesgo de que robe un banco»? Si estuviésemos hablando de un riesgo de malos tratos, sería el único caso en que, como en las películas de ciencia ficción, se puede castigar a un futuro delincuente antes de que cometa el delito. Pero es que ni siquiera se trata de eso. No hace falta sospechar o temer malos tratos ni ningún otro delito. El «riesgo» es un riesgo genérico e indefinido, no se sabe de qué, tal vez de que el niño sea «malcriado», o no se «socialice» adecuadamente, o vaya a saber de qué. Riesgos que, de materializarse, no constituirían un delito.
¿Y a quién le pasan las instituciones el niño así «amparado»? Pues habitualmente a un centro privado concertado que cobra por menor y al que interesa, como a los hoteles, conseguir la máxima ocupación posible. Sólo que el centro de menores cobra mucho más que un hotel.
Aquí pueden ver una estadística sobre más de 8000 niños «protegidos»:
http://www20.gencat.cat/docs/d asc/03Ambits%20tematics/07Infa nciaiadolescencia/Proteccio_in fancia_i_adolescencia/Sistema_ catala/Pag4.Abril2010(3).pdf
El 47,6% se protegen en su propia familia. El 18,3%, en una familia ajena, en acogimiento o adopción. El 34%, 2.785 menores, en centros de asistencia.
Pero los costes son muy distintos, según el informe de junio de 2009 del Síndic de Greuges, el defensor del pueblo catalán:
http://www.sindic.cat/site/uni tFiles/2478/Informe%20Protecci %C3%B3%20Inf%C3%A0ncia.pdf
Como puede ver en la página 236, la administración gasta 1.275 euros al año por cada niño acogido en la propia familia, 2.597 euros al año por cada niño acogido en su familia extensa, 3.129 euros por cada niño dado en acogimiento o adopción, ¡y entre 30.000 y 40.000 euros al año por cada niño internado, según el tipo de centro!
Saldría mucho más barato dar una ayuda económica a las familias sin recursos que quitarles a los niños. Pero nuestro sistema desconfía de las familias, sobre todo de las familias pobres, y prefiere gastarse el dinero en centros controlados por profesionales."
Qué grande es Carlos, esperemos que gracias a él y al apoyo de grandes profesionales que se están preocupando por este caso (Ibone Olza entre ellas, ella ha sido quien ha denunciado el caso a la opinión pública) esperemos que Habiba y Alma se reencuentren cuanto antes. Ya van 15 días de separación, no dejemos que transcurra ni un día más.
lunes, 6 de junio de 2011
Habiba
Hoy por la mañana estaba pensando en sobre qué escribir, pero no me ha hecho falta llegar más allá.
El sábado me llegó la noticia de una mamá que se había visto separada de su bebé de 15 meses por el mero hecho de darle el pecho a demanda. Sí, así dicho puede sonar un poco excesivo, pero es que así tal cual es cómo ha ocurrido. A Habiba, una mujer marroquí que había sido acogida en una residencia por el Instituto Madrileño del Menor, se le retiró la guarda y custodia de su bebé por negarse a someterse a un programa de psicoterapia y habilidades maternales. Dicho programa le exigía tomar medicamentos para provocar la retirada de la leche materna, porque según dicho instituto era "caótica y perjudicial".
Como sabréis, la OMS recomienda la lactancia materna como la mejor opción para los bebés en exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y junto con otros alimentos durante un mínimo de 2 años, prolongándose después cuanto tiempo decidan mamá y bebé. Es por tanto demencial que el IMMF se permita no sólo discutir sobre la conveniencia o no de la lactancia materna, sino además separar a una madre de su bebé por este mismo motivo. Por cierto, que la retirada de la tutela ha sido totalmente irregular.
A esta mamá ni siquiera le han dejado despedirse de su bebé, ni sabe cuándo podrá volver a verle. Parece ser que está previsto que pueda ver a su bebé el próximo día 9, pero probablemente sólo durante 1 hora a la semana, tal como suele ser el protocolo en estos casos. Espantoso. Porque además al no estar con su bebé, la han echado de la residencia, por estar destinada solamente a mamás con sus bebés.
Mi hija en estos momentos tiene la misma edad que el bebé de Habiba y no puedo pensar en qué ocurriría si en lugar de Habiba fuera yo. Yo probablemente enloquecería de dolor, pero mi hija, tan vulnerable ella, que me necesita tanto... sólo Dios sabe qué le ocurriría a ella. No permitamos que le ocurra a Habiba y su bebé. Tomemos para ello todas las medidas que sean necesarias.
Os dejo el enlace de un grupo de facebook que está coordinando las distintas acciones:
https://www.facebook.com/home.php?sk=group_170685046326633&id=170692996325838¬if_t=group_activity
El sábado me llegó la noticia de una mamá que se había visto separada de su bebé de 15 meses por el mero hecho de darle el pecho a demanda. Sí, así dicho puede sonar un poco excesivo, pero es que así tal cual es cómo ha ocurrido. A Habiba, una mujer marroquí que había sido acogida en una residencia por el Instituto Madrileño del Menor, se le retiró la guarda y custodia de su bebé por negarse a someterse a un programa de psicoterapia y habilidades maternales. Dicho programa le exigía tomar medicamentos para provocar la retirada de la leche materna, porque según dicho instituto era "caótica y perjudicial".
Como sabréis, la OMS recomienda la lactancia materna como la mejor opción para los bebés en exclusiva durante los primeros 6 meses de vida y junto con otros alimentos durante un mínimo de 2 años, prolongándose después cuanto tiempo decidan mamá y bebé. Es por tanto demencial que el IMMF se permita no sólo discutir sobre la conveniencia o no de la lactancia materna, sino además separar a una madre de su bebé por este mismo motivo. Por cierto, que la retirada de la tutela ha sido totalmente irregular.
A esta mamá ni siquiera le han dejado despedirse de su bebé, ni sabe cuándo podrá volver a verle. Parece ser que está previsto que pueda ver a su bebé el próximo día 9, pero probablemente sólo durante 1 hora a la semana, tal como suele ser el protocolo en estos casos. Espantoso. Porque además al no estar con su bebé, la han echado de la residencia, por estar destinada solamente a mamás con sus bebés.
Mi hija en estos momentos tiene la misma edad que el bebé de Habiba y no puedo pensar en qué ocurriría si en lugar de Habiba fuera yo. Yo probablemente enloquecería de dolor, pero mi hija, tan vulnerable ella, que me necesita tanto... sólo Dios sabe qué le ocurriría a ella. No permitamos que le ocurra a Habiba y su bebé. Tomemos para ello todas las medidas que sean necesarias.
Os dejo el enlace de un grupo de facebook que está coordinando las distintas acciones:
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