Como ahora, durmiendo la siesta juntos.
Me encantan esos momentos de total conexión entre papi y la peque. Cuando dormimos, ella quiere que sea yo quien la atienda, tanto a la hora de dormirse (que lo hace a la teta) como en sus despertares nocturnos, donde siempre viene a tomar un poquito de leche y a dormirse abrazadita a mí. Sin embargo, hay momentos que son exclusivos de papá; muchas veces cuando en uno de esos despertares termina de tomar su teta se da la vuelta y se abraza al papi para seguir durmiendo. Y no sólo en invierno, cuando le gusta agazaparse bajo su brazo, sino también en primavera, verano, etc. Se siente cobijada bajo el manto protector de su papi, y sólo se da la vuelta hacia mí a ratitos.
Pero la siesta es territorio de papi. Desde que tiene unos 9 meses, es con él con quien la duerme siempre. A mí me empezaba a costar dormirla, incluso en la teta; sin embargo, con papi con sólo pasarle el brazo por encima ya se queda frita (sólo en la siesta; de noche al estar yo también sólo acepta dormirse al pecho) y me da una ternura observarles y ver que se entienden tan bien. Son sus momentos especiales para ellos solos.
Que bonito...
ResponderEliminarPrecioso! es verdad que enternece mucho verles juntos. A nuestra pequeña le encanta el baño con papá, siempre ha sido así. Y los ratos de juego antes de acostarnos mientras yo me preparo para meterme en la cama. Besitos!
ResponderEliminar