domingo, 17 de julio de 2011

De la suerte y demás avatares


Me hace mucha gracia la facilidad con que se le atribuye a la suerte muchos de los logros conseguidos con nuestros hijos. ¿Quién de vosotras no ha oído en boca de algún familiar la famosa frase "qué suerte has tenido de tener buena leche"? y enseguida empiezan con la perorata de que le quiso dar el pecho a sus hijos pero su leche era aguada, o mala, o no alimentaba, o simplemente "se le acabó", como si eso fuese un depósito que, una vez vacío, ya no tiene solución: "ha salido la última gota".
A mí me pasó con mi hija, al empezar a darle el pecho todos eran agoreros y dudaban de que fuera capaz de sacarla adelante "sólo" con la teta, tan delgada yo, y me decían que me alimentara bien, "no fuera que mi hija me consumiera". Luego, al ver que crecía tan bien, claro, es que yo había tenido mucha suerte al tener mucha leche (como si se pudiera tener leche "de más", pero claro, a ver quien se lo explica si tampoco entienden lo de darle a demanda y no 10 minutos cada 3 horas).
Conforme nos acercábamos a los 4 meses, que a ver cuándo empezaba a darle comida "de verdad", y a los 6 meses que "por fin" le daba comida de verdad, que no fuera tan de verdad, que mejor potitos de farmacia o papillas caseras pero bien batidas.
Total, que ahora todo el mundo se sorprende porque ella come de todo y sin tener que perseguirla por toda la casa o ponerle dibujos para distraerla o hacerle el avión. Masticaba aún sin dientes y come todo tipo de alimentos, desde langostinos si se tercia hasta filete con verduras. Y nada de comidas "especiales", come de lo mismo que comemos los demás. Esa es otra, que la gente se sorprende que no salgamos de casa con una recua de tupperwares para ella. Pero claro, es que he tenido suerte y me ha salido comilona.

5 comentarios:

  1. Es que es cierto, qué suerte hemos tenido! jajaja. Pero de informarnos a tiempo diría yo, de confiar en nuestro cuerpo y en hacer las cosas contracorriente sin dejarnos minar, porque que no se nos haya hundido el barco rodeados de tanta desconfianza eso sí que ha sido suerte y no se lo decimos! Me ha hecho mucha gracia lo comenzar a darle comida de verdad, jajaja. Menudos comienzos, eh?.
    Un beso gigante preciosa!

    ResponderEliminar
  2. Aquí otra con suerte! jajajaja,
    Con el segundo y en tandem ya dejan de darte el follón. Seguro que siguen pensando que es suerte, pero al menos, en silencio!
    Disfrutalo!

    ResponderEliminar
  3. pues sí, hemos tenido mucha suerte, lo que pasa es que lo que los primeros meses es una suerte, al cabo del tiempo se convierte en un cansino "¿pero sigue con el pecho?"
    Bailadora, seguro que de estas has escuchado tú muchas, durante el embarazo y ahora con el tándem. ¡Enhorabuena por segui vuestro instinto tan maravilloso!

    ResponderEliminar
  4. Eraseunavez... si yo te contara lo que han escuchado mis orejas... La última de una desconocida, que si por darle a dos a la vez de distinto sexo no se estropeaba la leche. A lo que respondí que no, que mis tetas no entienden del sexo de quien las toma.
    un beso!

    ResponderEliminar
  5. jajaja es que al final hay que reírse porque son originales hasta para contar batallitas! claro, a ver si se pensaba que se corta la leche, eso o que en ese momento estás fabricando leche "para hombres", cuidado, no le vaya a salir barba a la nena XD

    ResponderEliminar

Este blog no sería lo mismo sin ti! Deja tu comentario...