domingo, 18 de septiembre de 2011
Entenderse sin palabras
Cada vez que nos encontramos a algún conocido, siempre hay algunas preguntas de rigor. Siempre quieren saber si ya gatea, si ya camina, si ya sabe pedir pis, etc etc etc. Y desde hace unos meses, le ha tocado el turno a si habla. Además, no quieren saber si ya dice sus primeras palabras, creo que se esperan que de repente mantenga una conversación totalmente estructurada, y cuando les digo que todavía no lo hace me miran con cara de lástima, como si de repente esa niñita a la que acababan de alabar por lo "espabilada" que se ve, estuviera predestinada a ser una ignorante toda su vida.
Finalmente, son ellos quienes me dan lástima a mí, el no saber apreciar cada pasito que dan los peques, cada avance, ya sea grande o pequeño, cada logro...
Y es que además, para mí, no supone ningún problema. Claro que una siempre sueña con el momento en que oiga de sus labios decir "te quiero", pero sé que todo tiene su momento y su lugar, y prefiero disfrutar del recorrido y no del final del camino. Mi hija no necesita hablar para decirme con una sola mirada lo que sea, ni tampoco lo necesita para hacerse entender y expresar sus necesidades.
Con sólo mirarla, sé si está aburrida, si está tramando algo, si tiene sed, si quiere colo o si lo que quiere es acurrucarse en mi pecho. Con sólo mirarla ya sé exactamente qué es lo que va a suceder a continuación, ella es muy expresiva y además entiende perfectamente todo lo que le digas, incluso si te pregunta por su pelota y le dices que está a su derecha, al lado de su libro de la granja. Con sólo mirarla descubres gestos sólo suyos, que indican curiosidad, exploración o carcajada limpia; a veces también se adivinan gestos y muecas que le vienen del padre, para que luego digan que es clavadita a mí. Su boca es exacta a la de su padre y sabe fruncirla, arrugarla o dibujar una gran sonrisa, que resulta ser una versión 2.0 de las expresiones de su padre.
Así que dejemos que la naturaleza sigue su curso y vaya aprendiendo poco a poco. Además, sí, sólo sabe tres palabras, y no siempre le salen, pero las tres palabras que sabe deben de ser para ellas las más bellas de su universo: papá, mamá y teta. ¿Para qué necesita más?
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Qué bonitas 3 palabras! Sí señor! Ojalá todos los niños y niñas pudiesen decirlas llenándoseles la boca, el corazón y el alma como a tu niña.
ResponderEliminarPero es que parece que cada vez más, esto de la crianza parece una carrera de fondo para saber quién llega primero a hacer tal o cual cosa, y de repente muchos padres y madres se encuentran en casa con mil artilugios, cds, libros, etc sobre cómo hacer que su pequeñ@ aprenda antes a hacer o decir determinada cosa.
Es una pena que los papás y mamás no se paren más a contemplar el lenguaje corporal sus bebés, porque sinceramente, y seguro que estarás de acuerdo conmigo, habla más el cuerpo que la propia boca: un "te quiero" sin expresión, no dice absolutamente nada por muy alto que se pronuncie.
Gracias que tu niña tiene una mami que sabe apreciar estas cosas y que también sabe que cada niñ@ tiene su ritmo y que todo llega, no importa el cuándo.
Un saludo.
Tienes mucha razón, Anuska, mi hija sólo con la intensidad de su mirada me transmite muchas cosas, ya llegará el momento en que la palabra acompañe al acto. Yo le doy más importancia al hecho de que se comunique bien, la forma en que lo haga es lo de menos.
ResponderEliminarEn estos tiempos de prisas para vivirlo todo, merece la pena pararse a saborear estos pequeños momentos.
Preciosa entrada!! Es cierto que los encuentros con personas siempre salen por el mismo sitio, especialmente con desconocidos con niños, en los parques, por ejemplo. Y ya se convierte todo en una carrera de a ver quién está más adelantado y yo pregunto lo mismo que tú, ¿Adelantado en qué y para qué? Dejémosles tranquilos y al margen de todo esto que ni siquiera va con su forma de ver la vida aún.. Disfrutemos de cada gesto suyo en el momento que surja, sin prisas!
ResponderEliminarEstoy convencida de que vuestra comunicación es preciosa y auténtica!! Sí, a mí también me parece que la boquita es del papi! jiji
Besitos
Gracias Coco! pues sí, a veces pienso que por saber pronunciar antes la R, por ejemplo, saldrán más listos, o serán ingenieros, o les saldrá mejor la tortilla de patata... En fin, si como digo en el fondo me da lástima todo lo que se pierden con esa competitividad insana. :P
ResponderEliminarQué bonita entrada, y qué tres palabras tan guays!
ResponderEliminarGracias María, a que son las tres palabras más bonitas del mundo? ;)
ResponderEliminarpor cierto, me voy a pasar por tu blog, que no lo conocía aún!